Los datos del Departamento de Salud indican además que la tasa de sobredosis entre residentes de vecindarios de alta pobreza aumentó un 21 por ciento, y pasó de 32.4 por cada 100 mil habitantes en 2021 a 39.3 en 2022.
En 2022, los residentes de vecindarios de muy alta pobreza tuvieron la tasa más alta de muertes por sobredosis, de 72.8 por cada 100 mil habitantes en comparación con los 21.8 en barrios de baja pobreza.
Las muertes por sobredosis alcanzaron niveles sin precedentes en la ciudad en 2022. Las desigualdades en muertes por raza/etnia, edad, ingresos y vecindario se han ampliado a medida que ha empeorado la magnitud de la crisis de sobredosis”, según el informe del Departamento de Salud.
Indica además que el acceso desigual a los recursos necesarios para la salud y el bienestar es producto del racismo estructural y la desinversión a largo plazo en las comunidades.
El comisionado de Salud, Ashwin Vasan, advirtió que la crisis de opioides está matando a un neoyorquino cada tres horas y recomendó que se pueden tomar varias medidas como llevar consigo naloxona para revertir la sobredosis, recibir capacitación para utilizarla y reconocer los signos de la sobredosis.
También advirtió que nadie debe consumir ni permitir que nadie consuma drogas solo y si lo hace, debe buscar atención, apoyo y tratamiento.
Además exhortó a los neoyorquinos a tener una conversación “sincera y sin juicios” sobre las drogas y sus riesgos.
Con información de EFE
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