Su origen se remonta a la resina del árbol de chicozapote, abundante en la Península de Yucatán.
La conmemoración destaca la importancia de este producto, cuyo origen se remonta a la resina del árbol de chicozapote, abundante en la Península de Yucatán.
Las comunidades mayas son los legítimos propietarios de la “denominación de origen” del término “chicle”, reservado exclusivamente para la goma obtenida del látex del árbol chicozapote (Manikara zapota).
Este árbol prospera en los bosques tropicales de la Península de Yucatán, así como en Belice y el norte de Guatemala. Todo lo demás debería ser referido como “goma de mascar“.
A principios del siglo XX, se estableció la primera fábrica de chicles, la Adams Chewing Gum Co., que producía chicles auténticos utilizando la resina del chicozapote. El 95% de la producción se exportaba a Estados Unidos.
En Campeche, dos compañías controlaban 800 mil hectáreas de bosques tropicales dedicadas a esta valiosa resina. Entre 1930 y 1940, Campeche exportó 1,801,041 kilogramos de chicle, de acuerdo con un artículo publicado en la revista de divulgación científica de la UNAM ¿Cómo ves?.
La explotación desmedida amenazaba la existencia de los bosques, pero la tecnología llegó al rescate, y la goma base sintética reemplazó a la resina natural.
A pesar de la revolución tecnológica en la industria, el término “chicle” en México sigue asociándose erróneamente a la goma de mascar.
La goma de mascar moderna, elaborada principalmente con acetato de polivinilo, poliisobutileno, polietileno, poliestireno y otras gomas sintéticas, ha perdido su conexión con la resina del chicozapote.
Los expertos sostienen que la calidad de la goma de mascar radica en la goma base, aunque constituya solo el 20% del producto final.
El azúcar, principal ingrediente con un 60% de peso, junto con la glucosa, ablandadores, colorantes, humectantes, texturizantes y saborizantes, completa la mezcla. Hoy en día, la mayoría de la goma de mascar que consumimos es sintética y, por sí sola, carece de sabor; son las fábricas productoras las encargadas de darle forma, color y sabor.
El Día Mundial del Chicle no solo celebra un producto mundialmente amado, sino que también destaca la rica historia que tiene su origen en México, recordándonos la importancia de preservar y honrar nuestras tradiciones y recursos naturales.
Con Información de AN
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