Por Osharu.
El actual secretario General de Gobierno del Estado de Aguascalientes, que fuera Alcalde en el municipio de Calvillo, Francisco Javier Luévano Núñez “es un personaje de doble moral, pues con una mano se persigna y con la otra friega al pueblo”, fueron tres años de su opacidad en el manejo de los recursos públicos del municipio, pero es un secreto a voces de tapados los unos a los otros, al dejar a funcionarios que les cubran las espaldas, tal es el caso también del ex alcalde del municipio de Jesús María, quién dejó a su esposa como Jefe de Gabinete, a su amigo en el cargo de Secretario General y al Tesorero, pero, los hechos hablan por sí solos, así le pasará a Antonio Arámbula lo que a Javier, pues las cifras de sus faltantes de más de 10 millones de pesos evidenciadas en la Auditoría Superior de la Federación, lo demuestran.
Muy oscuro fue su papel como Presidente Municipal de Calvillo aunado a lo opaco en el manejo de los recursos, mejor se dedicó descaradamente a sobreproteger los giros negros, provocando que el alcohol se diera a raudales, acompañado de la prostitución, en pleno centro del municipio y en plena luz del día, manifestó para El Látigo, el dirigente del Frente de Lucha Campesina en la entidad Profesor Manuel Medina Ortega, quién señala, los antecedentes dejan mal parado a Javier Luévano, es más, el cargo que ostenta actualmente como secretario de gobierno, fue un mero pago de favores políticos, remató, por desgracia sus antecedentes son un dije para las asociaciones políticas.
En otro absurdo descaro, de querer ser legislador federal por el PAN, mejor que le piense tanto él como el mismo PAN, pues la ciudadanía no merece faltas de respeto ni engaños, aunque, en honor a la verdad, mejor que deje de hacerle daño a Aguascalientes en el desempeño de su cargo, y sí, que mejor se vaya, señala el mentor.
La realidad en Calvillo por tres años fue de transas y faltas a la moral conservadora, ahora como secretario lo estamos padeciendo acá en Aguascalientes, no se vale, no tiene ni concertación, ni diálogo, ni capacidad, ni experiencia, apertura, conocimiento, pareciera que a ineficiencia y la incapacidad, son el símbolo de éste gobierno en Aguascalientes.
Con el comentario de “se quieren dar a notar” pero así, si lo logran, Martín Orozco está como un vehículo atascado, entre más quiera arrancar, más se hunde y no despega, sus resultados a casi ocho meses, son indignos, no tiene gabinete, solo recomendados y pago de favores políticos, pero esos no responden, ya mejor que los cambie, sugiere Manuel Medina, sumando el enunciado, tiene que hacer una cirugía mayor de su gabinete, para recomponerlo.
Asegura, el Gobernador debe mostrar voluntad política para evitar que lo evidencien sus ineptos funcionarios como Luévano, pues únicamente lo desgastan con problemas sin sentido ni razón, más que de caprichos, como el de Cañada Honda, Jaltomate y la ingobernabilidad de Jesús María.
Categóricamente se pronunció con afirmar que “salieron peor que el PRI, al que tanto criticaban” ellos son más descarados, que ni atienden, pues hasta a nuestro líder nacional, se le negó el derecho de audiencia solicitado a inicios de año, sin recibir ninguna respuesta ni en sentido negativo siquiera, no se dignan, hemos de exigir el respeto a nuestros derechos ciudadanos, mejor se ocupan en negocios ilegales como en el de Jaltomate, en lugar de responder.
Finalmente haciendo uso de su voz popular de dirigente, compartió su dicho “no resuelven ni un pleito de borrachos”.
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