EL INSTITUTO DE CIENCIAS Y ARTES

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EL INSTITUTO DE CIENCIAS Y ARTES

AUTOR: LUIS AGUILAR TRINIDAD

El Congreso de la República de Colombia declaró a Don Benito Juárez García “BENEMÉRITO DE LAS AMÉRICAS” como reconocimiento a su lucha contra el imperialismo francés, era el 11 de mayo de 1867.
El pensamiento e ideario de Juárez se forjó en las entrañas de un México en construcción donde los tentáculos de los voraces imperios extranjeros extendían su poderío por cualquier parte del mundo donde sus habitantes lo permitieran ya fuera por ignorancia y perversidad de sus gobernantes o simplemente porque su principal cometido era la expansión y explotación no importando los medios de que se valieran, lo que incluía la invasión armada, situación que nuestro país ha sufrida innumerables veces a lo largo de su historia por tener un suelo fértil para la agricultura y producción, un subsuelo rico en yacimientos de todo tipo de minerales y petróleo, bosques, playas, lagos, lagunas, litorales etc. que despiertan la codicia a cuanto cree que puede sacar provecho de ello.
Los pensamientos no se forjan solamente con experiencias de vida, también requieren de un espacio intelectual propicio y orientador, para tal efecto en 1827 en Oaxaca abrió sus puertas el Instituto de Ciencias y Artes, acción que provocó en enorme rechazo de la sociedad hacia un espacio que generaría a la postre un pensamiento reformador que finalmente cambiaría el rumbo de la república.
Como cualquier movimiento que inquieta con sus nuevas ideas y provoca cuestionamientos sobre su realidad concreta a una sociedad oprimida por siglos, la juventud de esa época que tenía un camino recorrido en las aulas se dio cuenta que la información que recibían en las Academias eclesiásticas y Seminarios era una educación tendenciosa, subjetiva y dogmática que al final de la jornada apoyaba al sistema represor y entreguista que planeaba perpetuarse indefinidamente sin importar el bienestar de los mexicanos que ya venían arrastrando un sinfín de injusticias ignominiosas de una manera estoica debido a la influencia religiosa que “normalizó” toda señal de abuso con la bendición de Dios y la promesa de que después del sufrimiento terrenal tendrían una vida eterna de gozo al lado de los santos y los ángeles en el cielo, de otra manera si se rebelaban sufrirían eternamente en las llamas del infierno; sin embargo la politización a que dio lugar el mencionado Instituto de Ciencias y Artes hizo que muchas sotanas fueran cambiadas por toga al declinar infinidad de vocaciones religiosas en aras de abrazar causas más sociales y humanas con respaldo de filosofías menos conservadoras y que arrasaban con los dogmas haciendo tambalear los pilares de los ideólogos religiosos que mantenían vigente el dominio de las masas desvalidas, marginadas e ignorantes que durante trescientos años no tuvieron acceso a la educación y que en el nombre de Dios fueron analfabetas por el hecho de no ser peninsulares.
Como una reacción natural de parte de los conservadores, buscando neutralizar o si fuera posible aniquilar el recién nacido Instituto de Ciencias y Artes, encontraron infinidad de motivos para que los padres de familia no tuvieran la osadía de inscribir a sus hijos en esa Institución, porque consideraban que aparte de ser un lugar satánico, deambulaban por sus pasillos catedráticos herejes enemigos de Dios que envenenaban las mentes de la juventud con esas herejías pero además era un nido de prostitución y libertinaje; por supuesto que sí tuvo repercusiones esa guerra sucia en una sociedad altamente evangelizada e influenciada por las ideas religiosas intimidatorias, logrando que permanecieran en el Instituto unos cuantos estudiantes.
El maestro Miguel Méndez que procedía del mismo origen que Juárez y siendo su maestro y amigo comulgaron con las mismas ideas liberales, de hecho Méndez abrió las puertas de su casa para que fuera centro de reunión para discusión de las inquietudes políticas que se gestaron a raíz de la corriente liberal que se comenzaba a acuñar con aquellos jóvenes patriotas.
Las ideas progresistas fueron horadando poco a poco los gruesos muros fundamentalistas conservadores que ostentaron el poder por varios siglos a grado tal que hasta la iglesia se dividió porque muchos eclesiásticos adoptaron las nuevas ideas progresistas entre los cuales se vio inmiscuido el dominico Francisco Aparicio Director y maestro del Instituto de Ciencias y Artes quien salió a la defensa de su plantel por los ataques que recibió.
Esa situación hostil sirvió de incentivo para apresurar la participación de los jóvenes en la política por lo que comentaremos que en 1828; Méndez, Juárez y un grupo de liberales oaxaqueños se declararon por la candidatura de Vicente Guerrero y a la postre Benito Juárez perteneció al grupo político de un gran liberal en el Estado llamado Ramón Ramírez de Aguilar quien muy pronto patrocinaría a Benito para la candidatura de Diputado local.
El año de 1829 los estudiantes del Instituto se dieron de alta en la milicia cívica porque hubo una gran conmoción en el país debida a que el español Isidro Barradas encabezaba una expedición para la reconquista de México, el temor era que la invasión tocara el Istmo de Tehuantepec pero fueron vencidos en las cercanías de Tampico y ya no fue necesaria la participación de los jóvenes en la milicia y no tuvieron que dejar sus estudios, Juárez a estas alturas ya era sustituto de la cátedra de física. Ganaba 30 pesos y eso lo hizo autosuficiente.
Juárez fue electo Diputado Local en 1833 después de haber sido Regidor y expresó tener el propósito de trabajar constantemente por destruir el funesto poder de las clases privilegiadas

Aguascalientes Ags a  diciembre del 2019

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