Mediante redes sociales circuló un video grabado en la Isla Musalá, de Culiacán, donde personas colocaron —igual que el año pasado— un muro para fiestas con la imagen del Sagrado Corazón de Jesús detrás de la de Guzmán Loera y un letrero con globos dorados que decían Feliz Cumpleaños.

Además, se apreció una mesa en la que había tres pasteles con velas, un altavoz, una botella con bebida alcohólica y un suero; un grupo musical interpretó Las Mañanitas con tuba, guitarra y acordeón para el exlíder del Cártel de Sinaloa.

También en redes sociales otras personas dieron a conocer que en La Tuna, Badiraguato, se realizaron festejos particulares para recordar al exlíder del Cártel de Sinaloa.

Joaquín Guzmán Loera nació el 4 de abril de 1957 y se encuentra recluido en la cárcel de máxima seguridad de ADX Florence, en Colorado, Estados Unidos, cumpliendo una pena de cadena perpetua impuesta en julio de 2019 tras ser señalado culpable de 10 cargos relacionados con el narcotráfico.

El hombre que ahora tiene 66 años no tiene contacto social y permanece 23 horas diarias en su celda, solamente le permiten tomar el sol dentro de una armazón.A pesar de que no hay posibilidades de que pueda cambiar su sentencia, “El Chapo” Guzmán intenta ser extraditado a México, por ello envío una carta dirigida al presidente Andrés Manuel López Obrador planteando esta posibilidad.

La carta también habría llegado a instancias de la Suprema Corte de Justicia de México. La misma redacción fue dirigida al presidente de los Estados Unidos, Joe Biden y al embajador de ese país en México, Ken Salazar, para tener condiciones justas y humanitarias, dijo el abogado del ex narcotraficante, Juan Pablo Badillo Soto.

La figura de Joaquín Archivaldo Guzmán Loera, “El Chapo”, ha permeado entre algunas personas que lo consideran una “figura de éxito” o un ejemplo a seguir por la romantización del poderío y “superación” que alcanzó a partir de sus orígenes con dificultades económicas.

El alcance de su perfil es contundente en la cultura popular por el sentido de identidad, pertenencia y familiaridad, principalmente entre las personas más jóvenes que inician sus vínculos sociales con quienes consideran una especie de ídolos.

Además, se debe tomar en cuenta que en las sociedades violentas y violentadas, la conducta social desarrolla una experiencia psicológica contradictoria: crea vínculos afectivos con los perpetradores de esta violencia en la que puede tratarse de un instinto de supervivencia.