que cambiará el esquema recaudatorio de las fotomultas, que a su parecer solo engorda los bolsillos de un privado, por un esquema de educación vial.
Aclaró que podría haber sanciones económicas, pero que no serán atentatorias contra la economía de las familias, pues ahora son de dos mil pesos por multa, aplicándose cuando apenas se rebasa un kilómetro la velocidad permitida. El tema, enfatizó, es el uso de las tecnologías con un nuevo reglamento de tránsito.
“Todos estamos de acuerdo en que debe haber un reglamento de tránsito, que hay que proteger al peatón y al ciclista, pero debe de ser un esquema más justo”, indicó.
Sheinbaum Pardo planteó que seguramente seguirán operando los radares, porque no están en contra de las nuevas tecnologías, pero el desacuerdo es con el abuso y el esquema recaudatorio que se hizo con las fotomultas.
En entrevista, declaró que revisarán el contrato que se tiene con la empresa privada que administra las fotomultas para definir si el gobierno se queda con esa tecnología, que hasta donde se sabe ya se venía pagando, pero ello dependerá de si conviene o no a los intereses de la ciudad.
El gobierno capitalino que encabeza José Ramón Amieva, explicó, argumenta que se sigue concesionado el sistema, porque la propia empresa se encarga de mandar las sanciones, pero se deja de lado que se lleva 46 por ciento de lo recaudado, lo que le parece un exceso.
Subrayó que revisarán el contrato porque no pueden permitir que el contribuyente haya pagado tanto por una tecnología, como para que la empresa se quede con ésta.
La jefa de gobierno electa insistió en que no se quitará por completo la sanción económica, pero no serán excesivos e incluso en algunos casos podría sustituirse la sanción económica por trabajo comunitario, combinado con un esquema de educación vial.
Con Información de LDD
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