Por Osharu.
Considerando todos los acontecimientos que se tienen en materia de las decisiones gubernamentales en Aguascalientes, es importante describir y señalar lo observado en el marco de la tan promocionada “Movilidad” o sea, ese lema de YOVOY, permite analizar algunas acciones improvisadas, las cuales, dan pie consecuentemente, a la generación de una severa crítica ciudadana.
De acuerdo a los anuncios onerosos que se tienen en la campaña publicitaria orquestada desde el Gobierno del Estado, vemos los aquí demostrados, consistentes en el ámbito de la motivación para el uso de las bicicletas como medio de transporte, o bien, la instalación de paraderos de autobuses, en los que, salen a relucir ciertas inconsistencias de ante mano.
Conscientes del uso acerca del concepto de “Movilidad”, resalta el empleo vanguardista que se da en otros países del continente europeo, por mencionar uno de tantos ejemplos, de los posibles, ocasión que obliga a revisar a detalle lo implementado en la ciudad capital del Estado, principalmente, para deducir los avances y/o retrocesos en materia de actuación con tintes sociales, por parte de las autoridades gobernantes.
De acuerdo a lo anterior, se destaca la irremediable opción que nos muestran sobre el establecimiento de ciclo vías, mismas que, sencillamente son adaptaciones a las arterias o avenidas, mediante señalética o de plano, con pintura del pavimento para tal efecto, olvidándose así, la falta de cultura y respeto de conductores, o por el otro lado, las paradas de autobuses, aclarando, se dio la incursión de nuevos modelos extranjeros de autobuses como réplica de la entidad de Querétaro, pero no se hizo en la totalidad, dejando en el limbo esa arbitraria y obcecada e interesante medida, a lo cual, derivó colocar en sitios no aptos, toda la infraestructura de paradas con miras relativamente hablando, para el beneficio de la población, esa que mayormente se convierte en usuaria de ese servicio de transporte.
En definitiva, atendiendo a la severa crítica de tales sucesos, se concluye, en primer término, habría que asegurar las concordancias entre lo presupuestado y lo empleado, pues según la frase popular “dime de que presumes…..te diré de que careces” sirve para cuestionar ¿porqué se anuncian inversiones de creación de ciclo vías sí, únicamente se habilitan las calles ya construidas y/o pavimentadas? ni hablar, sería interesante entonces corroborar los sitios en los que se establecieron, aunado a medir las superficies y características propiamente dicho, de las obras aparentemente realizadas, incluyendo los paraderos que además estorban el tránsito peatonal en ciertos lugares como lo aquí publicado en Av. Las Américas, por citar únicamente uno de otros más casos presenciados.
Por último, basándonos en el sentir de los ciudadanos que se cuestionan ¿para qué tanto espectacular, si es una obligación hacerlo desde el gobierno en turno? ó ¿existirá una verdadera planeación medible y auditable? en virtud de que, hasta se convierten acciones ocurrentes, con miras quizá, a la justificación presupuestaria, sin olvidarnos del millonario endeudamiento autorizado, ese que hipoteca otras más necesidades urgentes de la sociedad en su conjunto, a raíz de que se anteponen otros intereses como los ya denunciados, aspecto que provoca no sólo malestar, si no, deseo de transparencia y rendición de cuentas en el esquema integral, toda vez que, ni los legisladores locales, mucho menos la ciudadanía, conocen el plan amplio y ambicioso de esa área recién creada, dado que de existir, se evitarían ridiculizarse con ocurrentes e improvisadas tareas en esa cuestión de infraestructura a lo mejor.
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