
● La sequía y la escasez de alimento para el ganado, han propiciado un incremento significativo en los precios de carnes rojas.
● El fraude alimentario afecta la calidad de los productos y la salud del consumidor, opina catedrático de la UAA.
Uno de los principales problemas en la dieta de los aguascalentenses es el alto
precio en muchos de los productos de la canasta básica, entre ellos las carnes
rojas, afectando su acceso a una alimentación equilibrada.
Factores climáticos como la reciente sequía en el altiplano mexicano, ha
propiciado la disminución de pastos y granos destinados para el ganado,
impactando directamente en la disponibilidad y encarecimiento considerable de la
carne de res y borrego.
El jefe del departamento de Ingeniería en Alimentos, el Dr. Rafael Alejandro
Casillas Peñuelas, explicó que frente a este panorama, algunos ganaderos
optaron por vender su ganado debido a la poca disponibilidad de los alimentos y
del agua, lo que ha provocado una reducción en la producción de carne de bovino
y de borrego.
La estacionalidad también juega un papel clave, durante los meses de febrero a
abril, el consumo de mariscos aumenta por parte de la población debido a
celebraciones religiosas, lo que genera un incremento en sus precios por la oferta
y la demanda. Casillas Peñuelas señaló que el costo de estos productos varía
dependiendo de su origen, ya sea de granja o del océano, afectando así el precio
final para los consumidores.
En el caso de Aguascalientes, su ubicación geográfica limita el acceso a productos
frescos del mar, dependiendo principalmente de granjas. Además, los costos de
transporte de mariscos desde el océano impacta aún más en el precio final de
estos alimentos.
El catedrático opinó que más allá del costo, una de las situaciones más
recurrentes en estos días y en fechas específicas del calendario donde se tiene
una tendencia a consumir determinado alimento, es importante evitar el fraude
alimentario, ya que en ocasiones la comida pueden no contener el valor nutricional
esperado o no ser lo que aparentan, casos como jugos, panes o las mismas
carnes.
Asimismo, señaló que el uso de aditivos, formulaciones y conservadores puede
afectar la calidad de los productos, repercutiendo en la nutrición y la salud de las
personas.
Desde la academia en la UAA, se promueve la formación ética de los estudiantes
para garantizar la producción de alimentos con calidad e inocuidad, cumpliendo
con estándares que aseguren un consumo seguro para la población. Además, los
alumnos conocen programas de certificación, protocolos y análisis para regular los
productos antes de su comercialización.
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