Parcialmente cubiertas deudas sociales en el MuniAgs.

Por Osharu.

Irremediablemente se avizoran sin solución, algunas desgracias provocadas por accidentes automovilísticos, referentes a daños ocasionados en el patrimonio del MuniAgs, es decir, durante meses y meses se observan en el olvido por completo el resarcimiento de los deterioros, no se diga, de aquellos como los de la Avenida Francisco I. Madero a las afueras de la Catedral Basílica, sitio donde no solo ha sido dañada la puerta como sucedió recientemente, si no, además un número importante de bolardos, los cuales, digo, se utilizan que para embellecer o decorar la estética urbana del centro de la ciudad, siendo esto demasiado contradictorio, si revisamos el tiempo que transcurre para reparar lo afectado, bueno, si es que se toman la molestia para realizarlo, pues aunque así suceda, como se demuestra en el ejemplo, se presentan parcialmente corregidas las faltas, dejando quizá para meses posteriores lo restante, tal y como se manifiesta en las fotografías publicadas en éste artículo.

Al respecto agregamos una sencilla descripción, para analizar la manera de operatividad correspondiente, es decir, se fincan responsabilidades para reparar las consecuencias, mismas que corren a cargo principalmente de empresas aseguradoras, pero en los casos en los que no se cubrieran así el pago, sencillamente, se le exige a particulares involucrados mediante avalúos sobrevaluados, respondan a solventar lo dañado, es más, si hubiere como podría ser, ignorancia de los responsables, surge el cuestionamiento ¿qué no se supone que se han adquirido equipos de monitoreo mediante cámaras de vigilancia? Pues hay se tiene un reto más de otros tantos, para cumplir con el cometido en cuestión.

Esas son algunas de las tantas deudas sociales que se presentan en el acontecer diario del municipio capital, por ello, se requiere un esquema que lleve más allá a los anuncios tan benevolentes, en otras palabras dicho, se demandan cumplimientos de responsabilidades en el desempeño gubernamental, tal y como se amerita, pues no basta con optimizar la aplicación de recursos, si aún se tienen tantas exigencias ciudadanas sin atender, mucho menos, solucionadas y que se quedan en el récord de desatenciones como suele ocurrir entonces.