Por Osharu.
Dando continuidad a la serie de exposiciones de la negativa de la afamada y novedosa Ley de Seguridad Interior, consideró también la Senadora del PRD Angélica De la Peña Gómez, que es absurdo criminalizar a los manifestantes que causen disturbios, sólo deben reparar el daño en caso de que los hubiera y ser sancionados de acuerdo a sus faltas solamente.
Los excesos de la autoridad deben medirse no excederse, las sanciones tienen que involucrar el servicio social para reinsertarlos en la vida cotidiana, asumiendo la responsabilidad de sus actos por consecuencia.
No se puede juzgar igual ni de la misma manera a aquellos que roban casas, secuestran, se involucran en la delincuencia organizada, por eso, tienen que adecuarse las policías de acuerdo a sus facultades explica.
Argumenta la legisladora federal, tenemos en México que hacer lo que otras democracias, constituir las corporaciones policiacas acordes al trabajo que tienen que enfrentar, es así que deducimos, Seguridad Nacional es distante a las demás, cuando tienes invasión, guerra civil, por ejemplo, pides el uso de las fuerzas armadas extremas, no para atrapar a aquellos que cometen faltas administrativas.
El error de la Ley de Seguridad Interior es conceptual, convencional y se enfrenta a una sentencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, donde le dicta a México, que el ejército no debe ni tiene que vigilar las calles como si fueran policías, por consiguiente, Fuerzas Armadas deben estar en el ámbito que les corresponde, no en los poblados sustituyendo la policía, eso es anti constitucional.
México debe indiscutiblemente atender las sentencias emitidas por la Corte Interamericana de Derechos Humanos, más aún si tomamos en cuenta lo que dicta el Artículo 1º Constitucional, mismo que establece que todas las autoridades, están obligadas a trabajar siempre con un enfoque de perspectiva de los Derechos Humanos, atendiendo los preceptos fundamentales de universalidad, indivisibilidad, progresividad y otro que no se acordó De la Peña.
Los procederes de actuación de las policías, son distintos y, por ende, deben circunscribir sus facultades y competencias propiamente dicho para no sustituirlas, como referente explícito manifestó, actualmente tenemos un grave problema derivado en tráfico de armas, no está supervisado ni sancionado, como ejemplo observamos los grandes armamentos que se decomisan cuestionando ¿cómo entran a México? Y ¿a quién detienen por ese delito?
Por último, la representante legislativa del Partido de la Revolución Democrática referencia, esa circunstancia basada en hechos reales, nos permite dilucidar los grandes contrastes e inconsistencias que envuelven la ficticia explicación de la aprobación e implementación de dicha ley, que retrocede la historia y viola en todos los sentidos, los Derechos Humanos de los ciudadanos.
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