Los problemas con las faltas de Luka Doncic, máximo anotador esloveno con 20 puntos, no impidieron el convincente triunfo de su equipo, que mandó en el marcador de principio a fin ante una Australia muy errática en los momentos decisivos y demasiado dependiente de Josh Giddey, el mejor del choque con 25 puntos.

Los dos equipos se olvidaron de defender en los primeros compases del partido, con ataques rápidos y certeros de ambos.

Eslovenia puso tierra de por medio en el primer cuarto, que acabó 28-18, liderada por un Mike Tobey intratable dentro de la zona.

Los eslovenos lograron la máxima renta en el marcador a la vez que su estrella Doncic se tuvo que ir al banquillo con tres faltas, la última de ellas una técnica.

Lo aprovechó Australia para, pese a su irregularidad y su falta de referentes en ataque, acercarse en el marcador (36-29, m.16).

El acierto exterior permitió a Eslovenia llegar al descanso con nueve puntos de renta (49-40) ante una Australia que se mantenía en el partido gracias a los buenos minutos de Patty Mills, 14 puntos al descanso.

La historia se repitió al poco de comenzar el tercer cuarto: máxima renta para Eslovenia coincidiendo con la cuarta falta de Doncic, que en esa ocasión se mantuvo en la pista pese al riesgo de ser eliminado.

Australia, con el despertar de un soberbio Josh Giddey, se pasó casi todo el tercer cuarto haciendo sufrir a los europeos.

La aportación de Klemen Prepelic y de un descomunal Mike Tobey fueron oxígeno para Eslovenia cuando más lo necesitaba ante una Australia estancada en ataque en el momento clave del choque, ya que se quedó en cuatro puntos anotados en los primeros seis minutos y medio del cuarto final.

El último intento de los oceánicos llegó cuando el choque ya estaba decidido a favor de una Eslovenia, hasta ahora, intratable en el Mundial y que ya también gana a equipos candidatos a todo.

(Con información de EFE), (Foto: Reuters)