(Parte II.)
Por Oscar Manzano.
En definitiva, esa descripción puntual de algunos perfiles de los actores políticos en la movilización histórica más significativa en México, claro, la Revolución Mexicana, son muestra para enmarcarla con su lado lóbrego y que a continuación enlistaré una serie de análisis, a manera de encontrarnos con ciertas interpretaciones, que dejan de lado el oficialismo, en el cual, resaltan quizá Villa, Zapata principalmente, pero surge la primera interrogante ¿porqué ninguno de ellos gobernó México? damos pie, entonces a recordar aquella fecha del 15 de octubre de 1909 donde se reunieran los mandatarios de EE.UU. William Howard Taft y en consecuencia Porfirio Díaz.
A lo anterior, damos inicio a esa descripción histórica que hasta en la actualidad, surgen inquietudes en materia energética de marcas estadounidenses y europeas, por ello, cabe anunciar al Abogado Sherburne Gillette Hopkins, llamado por los diplomáticos norteamericanos agregados al gobierno de México el abogado de las revoluciones latinoamericanas fabricadas en Estados Unidos, fue un abogado dedicado al contrabando de armas que lucró de las subversiones armadas en Chile, Guatemala, y Honduras, pero fue en México haciendo negocios con revolucionarios como Madero y Carranza donde amasó una gran fortuna, se presupone.
Ni hablar, indiscutiblemente el tema principal sería, revisar a detalle ese ambicioso proyecto que durante décadas emprendió Porfirio Díaz, es decir, los compromisos internacionales que sostuvo tanto con la economía estadounidense, así como con países europeos, si lugar a dudas, el petróleo, significó el Poder internacional y por ende, basado en la modernización industrial, donde destacaban firmas como las de, Estándar Oil que agrupaban a Exxon Mobil y Chevrón, cuyo propietario era John Davison Rockefeller, o bien, la consabida Royal Dutch Shell Group de capital holandés y británico, que representaba a Shell, por tanto, Díaz garantizaba el apoyo inglés a quienes les concedió contratos a través de Lord Cowdray y en eso, en la antesala además de la Primera Guerra Mundial, también figurara en el país la empresa petrolera El Aguila S.A., siendo México pues, una gran reserva.
De toda ésta entramada, surgen los reacomodos de políticos, dando pauta, a la lista de sucesos que representó el hecho en el que, Madero ascendiera al poder quitando a Porfirio, en miras quizá, a reivindicar la apuesta de colocar en sus prioridades a los intereses petroleros norteamericanos, situación por demás controversial, a grado tal, que, el papel que jugó el Embajador de USA Henry Lane Wilson, fue determinante para cobrarle a Madero las traiciones a Rockefeller principalmente, quedando en el registro de la historia con su muerte, de fecha 22 de febrero de 1913, aspecto por demás interesante, a raíz de que el cambio de poder en el vecino país del norte, se suscitó el 4 de marzo de 1913, o sea, a casi días de la debacle del Demócrata mexicano.
Ante ello, se gesta el arribo al poder de Victoriano Huerta, en afán de salvaguardar el aparente proteccionismo de Gran Bretaña, por lo que, se avizoró el absoluto respaldo hacia Venustiano Carranza de parte de los estadounidenses.
Inconfundiblemente, la Soberana Convención Revolucionaria celebrada en el Teatro Morelos ubicado en Aguascalientes, que inició el 10 de octubre hasta el 9 de noviembre de 1914, fue un símbolo de Acuerdos, debilitamiento y desconocimiento del constitucionalista Carranza , a través de las rebeldías de los revolucionarios incluidos, Villa, Zapata, movimiento sospechoso a favor, tentativamente dicho, de las huestes norteamericanas que mantenían sus ojos en nuestro lindo, saqueado y querido México.
En definitiva, se podría catalogar al enfrentamiento entre Carranza con Obregón, como una Tercera Revolución, en cuyo triunfo, se advierte el único fin de concesionar el petróleo, experiencia, que se formalizó con la firma del Tratado de Bucarelli el 13 de agosto de 1923, cuya esencia, marcó la historia post revolucionaría y en la actualidad de la Nación, dado que, se testimonió las traiciones, chantajes, presiones diplomáticas y económicas, sobornos a caudillos y particularmente dicho, la consolidación del espionaje, como herramienta de control e incisión en las decisiones gubernamentales.
Culmino con esa reseña de mención, acerca de los Planes que dieron relativamente rostro a ese acontecimiento de la Revolución, iniciada el 20 de noviembre de 1910, desde luego, el Plan de San Luis, Ayala, Guadalupe, Agua Prieta, cuyas cabezas fueron Francisco I. Madero, Emiliano Zapata. Venustiano Carranza y Álvaro Obregón, dejando en sí, el cumplimiento de los objetivos que diseñaron desde las cúpulas del poder internacional, tal y como se referencia, y que muestra lo lóbrego de esa Revolución Mexicana, desafiando a los fundamentos que se vierten en la descripción de esa lucha, que marcó el rumbo de México y que deja muchas lecturas, por consiguiente.
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