Gritos y Sombrerazos en los verdaderos días de Independencia.

Gritos y Sombrerazos en los verdaderos días de Independencia.
Gritos y Sombrerazos en los verdaderos días de Independencia.

Por Lic. Ricardo Melgarejo.

Amigos todos; y aprovechándome de su comprensión y bondades, escribiré sobre la celebración de nuestra independencia.

Hago hincapié, que puntualizaré solo hechos importantes con relación a las celebraciones de nuestro movimiento histórico de la independencia; siendo estos lo más relevantes de la vida de nuestro país en estos hechos.

El 15 de septiembre (en realidad es el 16) en la que se inicia la independencia de México; es aplaudible que se manifieste el nacionalismo mexicano ese día, fecha de las más importantes y significativas para todos mis compatriotas. Pero es igual en importancia o más, la consumación, el 27 de septiembre de 1821, en el que deberíamos tener la gran fiesta de celebración por las libertades e independencia ya logradas.

Sin embargo la historia de México ha sido contada desde diversas ópticas. Son visiones donde se enfrentan malos y buenos, vencedores y vencidos, héroes y villanos.

Ahora bien, de 1521 a 1821, lo que ahora es México vivía bajo el dominio de los españoles, quienes en un principio vinieron a civilizar a los indígenas de una forma muy original, imponiéndoles una religión, llevándose a sus mujeres y matando a los naturales y a quien se les oponía. Tres siglos de control y esclavitud en la Nueva España (así se llamaba México en ese entonces).

Como antecedente a la independencia de México, no debemos perder de vista que dos años antes del levantamiento de Hidalgo contra el dominio español, en junio de 1808, el emperador francés Napoleón III derrocó a la monarquía española y se apoderó de la Corona.

¿De quién dependía la Nueva España si la corona de Fernando VII estaba en manos de un gobierno extranjero?, se cuestionaron los novohispanos.

Gracias al oportunismo del cambio, entre los intelectuales criollos que querían un cambio en la Nueva España estaba Miguel Gregorio Antonio Ignacio Hidalgo y Costilla y Gallaga Mondarte Villaseñor. (Su nombre completo)

La fecha real del llamado Grito de Dolores se realizó la madrugada del 16 de septiembre. La razón fue que después de que se descubrieron sus planes, el evento se tuvo que adelantar. Como el 16 de septiembre era domingo, el cura Hidalgo llamó a misa, pero una vez reunidos los feligreses les llamó a luchar contra el mal gobierno.

Sin embargo, durante la dictadura de Porfirio Díaz, de 1877 a 1880 y de 1884 a 1911, para adecuarlo a los festejos de su cumpleaños el 15 de septiembre, la celebración cívica se adelantó unas horas.

Si bien Hidalgo inició la rebelión, lo cierto es que en tan sólo cuatro meses este levantamiento fue abatido por las tropas realistas.

Hidalgo, junto a los insurgentes Ignacio Allende, Juan Aldama y José Mariano Jiménez, fue aprehendido y decapitado, y sus cabezas fueron exhibidas en la Alhóndiga de Granaditas.

Esta revolución no hubiese sido posible sin la participación de caudillos como José María Morelos y Pavón, a quien se atribuye ser el primer organizador de la milicia popular; fray Servando Teresa de Mier, uno de los principales ideólogos del movimiento. Pero también tenemos que darles el lugar histórico de suma importancias a Vicente Guerrero y Agustín de Iturbide, los consumadores.

Tras una década de batallas, Iturbide logró consumar la Independencia casi sin derramar sangre, luego de que Juan O’Donojú, el jefe político de la Nueva España, firmará los Tratados de Córdoba, el 24 de agosto de 1821, convencido de que el nacimiento de la incipiente República era irreversible.

No había hombre más popular en el México independiente que Iturbide, el militar que ingresó victorioso con Ejército Trigarante a la Ciudad de México el 27 de septiembre de 1821.

Sin embargo, una combinación de causas llevó a este militar criollo a pasar a la historia como traidor.

Tras 11 años de ferviente batalla, donde incansables insurgentes lucharon por hacer de nuestro México un país donde gobernara la justicia, el 27 de septiembre de 1821, el Ejército Trigarante entró triunfal a la Ciudad de México bajo el mando de Agustín de Iturbide, capitán del ejército realista, quien desde octubre de 1820 comenzó con sus planes de independencia.

Consecuencia de esta lucha que no era otra cosa que alcanzar la libertad y la independencia. Por fin se firma el Plan de Iguala o Acta de Independencia de la América Septentrional​ fue un documento político proclamado por Agustín de Iturbide el 24 de febrero de 1821 en la ciudad de Iguala de la Independencia, Guerrero; en el cual se declaraba a la Nueva España como país soberano e independiente, ahora MÉXICO LINDO Y QUERIDO.

Concluyo:

Por lo anterior expuesto, los festejos de la independencia de México, deben ser de inicio el 24 de febrero de 1821 con Plan de Iguala; documento político proclamado por Agustín de Iturbide; en el cual se declaraba a la Nueva España como país soberano e independiente.

Así mismo, debemos festejar el 24 de agosto de 1821 con los Tratados de Córdoba firmados por el Jefe político superior de Nueva España, Juan O’Donojú, y el comandante del Ejército Trigarante, Agustín de Iturbide; que acordaban la independencia de México,

Es de festejar en grande el 16 de septiembre no así el 15, inicio de la Independencia de México.

Y del mismo modo de festejo o más; la consumación de este movimiento nacional que es el 27 de septiembre de 1821, el Ejército Trigarante entró triunfal a la Ciudad de México bajo el mando de Agustín de Iturbide.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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