Hay al menos dos postales clásicas de José Luis Cuevas. La primera, aquella en el Bar La ópera, acompañado por Monsváis, Fernando Benitez y Carlos Fuentes. La toma de Héctor García fue el reflejo de una época, en la que el pintor tuvo un papel protagónico. La segunda, es donde en televisión nacional se le ve provocando a David Alfaro Siqueiros.
Con sus pros y contras, Cuevas fue un artista polémico, talentoso y fuera de serie. A continuación recordamos tres títulos que lo dibujan de pies a cabeza.
Gato Macho. Fondo de Cultura Económica.
La columna “Cuevario”, que José Luis Cuevas publicó en el diario Excélsior es materia principal de esta biografía. A pesar de su extensión, Gato macho no recoge todo lo escrito por Cuevas. Sin embargo, aquí están sus obsesiones recurrentes, sus venturas y desdichas amorosas, su retorno constante a la infancia en busca de experiencias de pronto recordadas y que intentan, por este o aquel camino, iluminar una obra pictórica inquietante y personalísima. José Luis Cuevas nació el 26 de febrero de 1934. Diez años después inició sus estudios de pintura y sus primeros autorretratos. A partir de 1953, su presencia se ha dejado sentir en el ámbito de la cultura mexicana tanto a través de su producción artística como de sus polémicas declaraciones. Sus primeros textos, publicados en México en la Cultura, fueron decisivos en el cambio y el desarrollo del arte en nuestro país y en América Latina.
Alaíde Foppa. Confesiones de José Luis Cuevas. Fondo de Cultura Económica.
Conversaciones entre el pintor y la desaparecida periodista Alaíde Foppa, en la que se aprecia con claridad la filiación individualista, anticonformista, creadora, irónica, romántica y solitaria del también dibujante y grabador mexicano.
Memorias del Tacto. Nueva Imagen.
Textos autobiográficos. Vida y obra, en suma, del mundo contemplado a través de los ojos de un artista permiten al lector acceder a una serie de anécdotas y reflexiones de una de las figuras centrales del arte mexicano del siglo XX. El libro está compuesto por dos etapas fundamentales de la vida de Cuevas: sus inicios como artista, durante la década de los cincuenta y el período maduro de fines de los noventas. La selección de notas y el prólogo estuvieron a cargo de Francisco León, quien en el prólogo comenta que “Cuevas abarca el imaginario colectivo en forma de folklore urbano estilo mexicano”. De la primera época se rescatan algunos artículos periodísticos y cartas enviadas a algunos diarios. Mientras que la segunda parte la integran los “Cuevarios” redactados en 1999. De igual manera se incluye a manera de complemento una selección de 26 fotografías del artista mexicano con destacadas personalidades del arte y la cultura del siglo XX.
Leave a Reply