Por Oscar Manzano.
En repetidas ocasiones, se pone de manifiesto por un lado, la falta de sensibilidad ciudadana, tras incurrir en la violación a lo estipulado en materia legislativa sobre la vialidad, sin embargo, esos desafíos ciudadanos como los aquí mostrados, dan pauta para exhibir la falta de autoridad en el MuniAgs indistintamente.
A lo anterior, basta observar lo sucedido en plena luz del día, en la zona centro de la ciudad capital, es decir, sobre el Jardín que ocupa entre las calles Hospitalidad, Hidalgo, Primo Verdad, experiencia, en donde la valentía ciudadana se apresta al igual como en la Plaza de la Patria, a subir unidades vehiculares sin recato ni respeto alguno, más aún, sin la observancia y sanción correspondiente, por parte de los elementos de Tránsito en el municipio de Aguascalientes.
Sin lugar a dudas, son estos escenarios los que demuestran una absoluta deficiencia en materia vial, aclarando, es también motivo de señalamientos, hacia la irresponsable actitud de la misma ciudadanía, pero es más exigible el cumplimiento cabal a las normas establecidas, en lugar de los reiterados levantamientos de infracciones que se le hacen a la población, donde en la mayoría de los casos, se impone el criterio de autoridad, ese que sencillamente aquí en lo demostrado se ausenta por completo, dejando en mal a esa corporación y consecuentemente a sus Jefes y a los de ellos.
Ante eso, es importante encontrar una reconsideración al respecto, de lo contrario, se avizora un “valemadrismo” tanto de nuestras autoridades como de la propia acción ciudadana, teniéndose como resultados, un naufragio en el limbo de la aplicación de la ley, detalle lamentable y con consecuencias.
Apoyándonos en ese dicho tan popular “el buen Juez, por su casa empieza” así debiera ser, que desde la zona de la Plaza y sus demás espacios públicos que se convierten en zonas peatonales, sean indistintamente respetados y a quienes lo ignoren o simplemente les importe un comino, sean sin distingo, sancionados como se merece.
Tal parece, en base a los hechos que comúnmente se demuestran como éste ejemplo, que el criterio de aplicación de la Ley correspondiente, se da en función de asuntos selectivos o de plano, se transforma en vil acción de represión para los que determinan algunos agentes ¿verdad? se cuestiona en definitiva, por parte de la sociedad en su conjunto.
Finalmente, el llamado está hecho, en miras a que se corrijan y empleen un criterio objetivo de operatividad, sin caer en ignorancias, mucho menos, impunidades advertidas, dejando de manifiesto la consabida responsabilidad que tienen, al ser ellos, agentes de cambio y del buen orden inequívocamente.
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