Por Osharu.
Irremediablemente que los escenarios, consecuencia del ejercicio gubernamental en el MuniAgs, son un referente que genera un balance ante la óptica ciudadana, por ello, si mostramos algunas evidencias de desatenciones, deficiencias, fallas y lo que se presenta de manera ordinaria en el quehacer de gobierno, nos brinda la oportunidad para enaltecer una serie de precisiones en ese sentido, o sea, si tomamos en cuenta la ausencia de autoridad, deduciremos los hechos fuera de orden, como las violaciones a la ley, solapadas en todo su esplendor, aduciendo las constantes veces en que sin freno alguno, se vulneran los derechos de los ciudadanos peatones, pues en la Plaza de Armas, a diestra y siniestra se trastoca el criterio de zona peatonal, para conceder la opción de tránsito vehicular sin distingo y con influyentismo, a pesar de los riesgos que implican hacia los transeúntes, o bien, a la misma infraestructura que se daña sin necesidad, dejando de manifiesto la falta de vigilancia o complicidad como se conducen las autoridades.
En apego a tales aseveraciones, añadimos otras más, de acuerdo a lo observado, por tanto, remarcamos las arbitrariedades y ausencias de planificación en SEDUM, toda vez que, sin rubor alguno, se dedicaron más a los “moches” que a planear un verdadero desarrollo urbano, acorde a las exigencias de éste Ayuntamiento, por ende, comento en primera instancia, los privilegios de concesiones, preferencias abusivas, como el tema del centro comercial legendario en el Parían, aunado a la falta de mantenimientos a la infraestructura dañada, perteneciente al patrimonio municipal, que se suman en gran número, testimoniando lo grave del problema, al no corregirse siquiera.
Al respecto, basta y sobra reconsiderar además la razón, en la que, se concedieron preferencias a tal o cual obra, olvidándose por completo, una de las más notorias demandadas, como las del drenaje, dado que, se siguen dando esas inundaciones que lastiman en lo absoluto, el patrimonio de familias, existiendo el parapeto de que se tiene concesionado el servicio del agua, a lo que, es importante describirlo, debería ocuparse la empresa concesionaria que es quién ofrece ese servicio, en lugar del propio MuniAgs, pero para ejemplos, estos y los otros, en especial se brinda en éste análisis, el balance gubernamental, de lo que se generó sin ser atendido, mucho menos, solucionado.
Coincidiendo con las reflexiones, señalamos los deplorables servicios públicos, en materia de limpia, alumbrado público, parques y jardines esencialmente, tras revisarlos a detalle, concluyendo que le quedan a deber a la población, a pesar de que se diga lo contrario, ellos lo sufren y afrentan innegablemente.
Conscientes de lo demostrado, concluimos con apuntar, las contraposiciones que se dan, entre el Plan de Desarrollo Municipal cuyos objetivos son de forma general, motivo suficiente para que se jacten en afirmar los alcances y avances, sin que así sean, bueno, basta y sobra hacer los comparativos en su oportunidad, para rescatar resultados veraces.
Respetando las inercias de gobierno, se quedan en el tintero archivados, asuntos de obras cuya herencia data del trienio anterior y que se informaron y ahora nuevamente se publicitan y concluyen, o en su defecto, sin emplear la aplicación de garantías, impunemente se dejaron para el arrastre obras como la del afamado Corredor Cultural Alameda, el cual, sin miramientos, estuvo plagado de irregularidades y corrupciones que gozaron, del encubrimiento y cobijo oficial.
Finalmente, retomamos inclusive, el empleo de medidas recaudatorias de sanciones sin ton ni son, para llenar las arcas del erario público del municipio capital, dejando de lado, problemáticas de mayor interés en el limbo, como la quema intencionada de la Pensión y sus elementos de almacenaje, sin rendirse cuentas transparentes en lo concerniente a ese acontecimiento, teniendo en sí, la reflexión utilizada en espectaculares sobre la pregunta ¿conciencia tranquila? siendo en tanto, un punto toral para su consabido esclarecimiento en el marco del juicio histórico de la sociedad.
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