La estrategia del gobierno ruso ha suscitado preocupaciones entre defensores de los derechos humanos, que hablan de un reclutamiento guiado por la ‘coacción’.
El presidente de Rusia, Vladimir Putin, ratificó este jueves una polémica ley por la que se permite que delincuentes condenados puedan alistarse en las Fuerzas Armadas en tiempos de guerra, movilización y ley marcial.
La ley estipula que los ciudadanos que hayan cumplido sus penas y aquellos que tengan antecedentes penales, prescritos o no, pueden a partir de ahora firmar contratos con el Ministerio de Defensa para sumarse a las tropas rusas en el marco de la invasión de Ucrania.
Esto también afectará a aquellas personas imputadas a la espera de ser juzgadas, así como aquellas que hayan apelado sus condenas ante la Justicia. En este sentido, podrán evitar cumplir sus condenas uniéndose al Ejército, una cuestión que ha levantado ampollas entre voces contrarias al Kremlin.
Con esta medida el Gobierno ruso busca aumentar su capacidad militar sin recurrir a la movilización en masa, que podría tener consecuencias a nivel político en Rusia. De esta forma, podrá reclutar a un gran número de soldados minimizando las críticas por parte de la opinión pública.
Sin embargo, esta estrategia ya ha suscitado preocupaciones entre defensores de los derechos humanos, que hablan de un reclutamiento guiado por la “coacción” ante las duras condiciones a las que son sometidos los presos en las cárceles del país, según ha informado la emisora Radio Free Europe/Radio Liberty (RFE/RL).
La normativa excluye a los condenados por cometer delitos contra la integridad sexual de los niños, especialmente aquellos que hayan violado a menores o hayan cometido “actos depravados” contra ellos.
(Europa Press), Foto: Archivo Reuters
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