No son golpes de Estado con el quebrantamiento de un día al otro, sino la muerte de la democracia con mil golpes, donde ninguno es el decisivo, advirtió el jurista.
La Suprema Corte de Justicia (SCJN) de México debe sesionar el próximo martes para aprobar el proyecto de sentencia del ministro Juan Luis González Alcántara Carrancá que invalida el proceso de elección para jueces y magistrados, pese a la aprobación en tiempo récord de la reforma que incorpora la “supremacía constitucional” a los artículos 105 y 107 de la Carta Magna, estimó el jurista latinoamericano Roberto Gargarella.
En entrevista para “Aristegui en Vivo”, Gargarella advirtió que el poder político en México, en referencia a la presidenta Claudia Sheinbaum y al gobernante partido Morena, “está huyendo” hacia adelante con la aprobación de la “supremacía constitucional”, reforma que busca anular todas las impugnaciones que se han presentado contra la reforma judicial.
Agregó que la reforma judicial pretende la colonización del Poder Judicial por parte de los políticos del poder, situación que a su vez representa un riesgo para el sistema democrático mexicano, ya que equivale a un golpe de estado contemporáneo, debido a que se afecta la división de poderes y la independencia judicial, dos pilares de la democracia en México y en el resto de América Latina.
Gargarella recordó que México ha firmado tratados internacionales en materia de derechos humanos en los que se contemplan “ciertos compromisos básicos y los principios de un sistema representativo, republicano, federal y respetuoso de la división de poderes, por lo que también existe la obligación constitucional del gobierno mexicano de respetar la resguardar la división de poderes.
“Los poderes tienen que estar divididos, debe haber un organismo de control para que sean independientes. Este tipo de reformas que ya fueron impugnadas y espero que puedan ser declaradas inconstitucionales el martes”, sentenció.
Cuestionado sobre la aprobación de la reforma de la supremacía constitucional, el jurista advirtió que “se quieren imponer impedimentos para estos controles”, lo que reafirma la gravedad del camino emprendido por el gobierno de Sheinbaum y una nueva modalidad de dar un golpe de estado poco a poco, corte por corte, poniendo en riesgo la democracia mexicana.
“Digamos que desde hace 10 o 20 años en la región, los golpes de estado se hacen de otro modo, es con la colonización de los distintos órganos de control”.
En este marco, advirtió que desacatar una sentencia de la Suprema Corte esgrimiendo la reciente reforma de supremacía constitucional pone a México en “un territorio enormemente riesgoso, que insisto, tiene mucho que ver con las formas contemporáneas de los golpes de Estado
No son golpes de Estado con el quebrantamiento de un día al otro, sino la muerte de la democracia con mil golpes, no con uno, sino mil golpes pero ninguno es el decisivo, son mil golpes que van desangrando a la democracia, este que se está por dar es un golpe a la arteria principal de una democracia representativa republicana.
Con Información de AN
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