El 12 de octubre de 1492 el navegante genovés Cristóbal Colón, por mandato de los Reyes Católicos, Isabel de Castilla y Fernando de Aragón, llegó a lo que hoy conocemos como América al encontrarse con las Antillas y desembarcar en la isla de Guanahaní, la misma que bautizó con el nombre de San Salvador, en un histórico episodio que sería conocido como “el descubrimiento de América”.
Sin embargo, en realidad el primer europeo que llegó a América y estableció un asentamiento allí fue el explorador islandés Leif Erikson también conocido como Leif el Afortunado quien lo hizo casi 500 años antes que Colón.
Leif Erikson nació alrededor del año 961 en Islandia y era el segundo hijo del también famoso explorador vikingo Erik el Rojo.
Las sagas islandesas han documentado este hecho y relatan que en su juventud Erik debió abandonar su natal Noruega acompañando a su padre, Thorvald, quien había sido exiliado del país acusado de asesinato.
Ambos, junto a un grupo de vikingos, se asentaron en Islandia, lugar donde Eric habría tenido a sus tres hijos varones (además de dos hijas): Leif, Thorvald y Thorsteinn. Posteriormente, tras haberse exiliado de Islandia, hacia el año 985 Eric el Rojo fundaría la primera colonia vikinga en Groenlandia.
Leif Erikson (el apellido “Erikson” significa “hijo de Erik”), al igual que su progenitor Erik El Rojo, también se convertiría en un famoso explorador. Alrededor del año 1000 viajó desde Groenlandia a Noruega, lugar donde Leif y todos sus compañeros de viaje fueron recibidos con honores por el rey Olaf I Tryggvason, quien los convirtió a todos al cristianismo.
Al año siguiente, Olaf le encomendó a Leif que regresara a Groenlandia con la misión de convertir a la fe cristiana a los colonos vikingos que vivían allí.
Leif y los suyos zarparon a comienzos de verano, acompañados por un sacerdote y varios religiosos. Durante el viaje rescataron providencialmente a la tripulación y la valiosa carga de un barco vikingo que se encontraba a punto de naufragar; ello le valdría a Leif ser conocido por sus compañeros con el nombre de Leif el Afortunado.
Por entonces, a los oídos de Leif Erikson, llegó una fabulosa historia. Un navegante islandés llamado Bjarni Herjólfsson, 14 años antes, había divisado por casualidad unas tierras extrañas rumbo al oeste, cuando se perdió en su nave camino de Groenlandia.
Leif, tras comprarle su barco a Bjarni, le pidió que le describiera la ruta que había tomado para llegar a esa tierra desconocida, con el fin de emprender el viaje en sentido contrario.
Cuenta la leyenda que Leif, quien por entonces tenía unos 30 años de edad, invitó a su padre Erik para que lo acompañara en su viaje, pero este cayó de su caballo en el camino y, tomando esto como un mal presagio, decidió quedarse.
Erik el Rojo moriría tras una epidemia el primer invierno tras la partida de su hijo Leif, quien partió rumbo a América con 89 navegantes (incluyendo algunas mujeres) en dirección contraria a la tomada por Bjarni Herjólfsson.
Después de varios días de navegación, Leif Erikson y los suyos llegaron a una tierra montañosa y yerma, sin apenas vegetación, tapizada de glaciares. Tras bautizarla con el nombre de “Helluland” (“Tierra de las Piedras Planas”), prosiguieron su viaje hacia el sur, donde se encontraron con una tierra llana y cubierta de bosques, sin acantilados y con una gran cantidad de playas de arena blanca supuestamente era la tierra que había sido divisada en el viaje de Bjarni, a la que bautizaron como “Markland” (“Tierra de Bosques”).
Leif Erikson continuó su singladura, apremiado por buscar un sitio en tierra firme para pasar el inminente invierno. Tras ser empujados por los vientos del noroeste, los vikingos comandados por Leif llegaron a una isla situada en el norte de lo que parecía un continente, en el que destacaba un cabo que se orientaba hacia el norte, y que Leif describiría como “un abundante lugar de salmones y grandes pastos”. Era una tierra fértil y agradable a la vista, con abundantes uvas, por lo que recibió el nombre de “Vinland” (“Tierra del Vino”).
Leif, tras desembarcar en Vinland, dividió a sus hombres en dos grupos y los envió a explorar los alrededores. Decidieron pasar allí el invierno, para lo cual construyeron un poblado de cabañas de madera a orillas de un lago, con una gran cabaña en el centro al estilo vikingo, al que bautizaron con el nombre de Leifsbudr, y que se convertiría en el primer asentamiento europeo en América. Leif y su esposa también construirían la primera iglesia cristiana en América, en el patio de su granja.
Con la llegada de la primavera y el buen clima, Leif Erikson y sus vikingos finalmente zarparían de vuelta desde tierra americana rumbo a Groenlandia.
Pocos años después del viaje de Leif Erikson, su hermano Thorvald le pidió prestada su nave para regresar a Vinland. Éste, tras establecerse en Leifsbudr, inició una serie de exploraciones por las regiones de los alrededores.
Durante una de estas incursiones, Thorvald encontraría la muerte en un enfrentamiento con los nativos que tuvo lugar en las cercanías de un lago en el invierno de 1004-1005.
De ese modo, Thorvald Erikson, el hermano de Leif, se convertiría en el primer europeo en tener contacto con amerindios, y también en su primera víctima.
Leif Erikson autorizaría con posterioridad al navegante islandés Thorfim Karlsefni a continuar la exploración de Vinland. Poco tiempo después de su llegada, tras la muerte de su padre Erik El Rojo, Leif se convertiría en el patriarca de la comunidad vikinga de Groenlandia.
Cuando el mismo Leif, el primer descubridor de América, falleció en ese país en el año 1020, sería sucedido por su hijo Thorkel.
Según los investigadores, el lugar al que llegaron Leif Erikson y sus intrépidos navegantes vikingos en América del Norte corresponde a la actual L’Anse aux Meadows (“La ensenada de las medusas”, en español), un lugar que está ubicado en la isla de Terranova, en la provincia canadiense de Terranova y Labrador.
La histórica exploración de Leif Erikson en América del Norte comenzaría a ser reconocida en la segunda mitad del siglo XX.
El Día de Leif Erikson sería instituido por primera vez en 1964 por el Congreso de los Estados Unidos y proclamado por el entonces presidente de ese país, Lyndon B. Johnson. Luego, en 2009 y bajo la presidencia de Barack Obama, se reforzó y dio un mayor protagonismo a la celebración, declarando el 9 de octubre como el Día oficial de Leif Erikson, en conmemoración al primer europeo que divisó y pisó territorio americano.
Leave a Reply