Bruno Le Maire, ministro de finanzas, advierte del riesgo de que Francia entre en una crisis financiera.

No sólo eso: se declara en contra de tomar en cuenta las recetas del Nuevo Frente Popular (NFP) recogidas en su programa electoral. “Se trata de un plan ineficaz y anticuado”, dice La Maire al día siguiente de que la ultraderecha de Marine Le Pen ha sido detenida en la segunda vuelta de las legislativas convocadas por el presidente Emmanuel Macron después de la derrota de las eurolecciones de hace un mes. 

El ministro presume su complacencia de que el partido Agrupación Nacional (AN) no haya logrado sus metas electorales, entre las que se contaba una eventual posición de primer ministro. Aún con la derrota de AN, que se posicionó como la tercera fuerza más votada en las elecciones del 7 de julio, Le Maire advierte que la nueva geografía política presenta graves riesgos para la nueva política interna francesa. El inmediato: “una crisis financiera y el declive económico”.

Por lo tanto, fija su postura: la aplicación del programa de ruptura del Nuevo Frente Popular “destruiría los resultados” de la política implementada por el gobierno de Macron  que “ha dado a Francia trabajo atractivo y fábricas”.

En opinión del actual ministro francés de finanzas, el proyecto planteado por la agrupación ultraconservadora “es exorbitante, ineficaz y anticuado”. Considera que “su legitimidad es débil y circunstancial. “No debería aplicarse”, enfatiza en el momento en cual se diseña el nuevo orden político al interior de la administración macronista.

“Debemos actuar de manera diferente. Debemos escuchar, oír, responder sin demora, involucrando a todas las fuerzas de la nación”, reclama Le Maire, para quien, de lo contrario, Francia irá directamente al bloqueo y a la crisis del régimen.

En cuanto al resultado de la Asamblea Nacional, que agrupa a los afines al presidente Macron, el ministro francés ha reconocido la dispersión de sus fuerzas e ideas, ante lo que apremiante recuperar la coherencia y la lucidez para abordar la realidad del mundo.Recuerda que aún existen desafíos como la guerra en Ucrania, el conflicto en Oriente Próximo, la feroz competencia económica y tecnológica entre naciones y la aceleración del calentamiento global.

“Francia no puede seguir siendo un espectador de estos trastornos. Debe ser una jugadora importante”, afirma. Y llama a todas las fuerzas políticas que creen en la economía de mercado, en la recuperación de las finanzas públicas, en la transición energética, en la construcción europea y en el restablecimiento de la autoridad del Estado se liberen de los “intereses de partido para continuar la transformación de la economía y el modelo social”.

(Con información de Europa Press), Foto: Reuters.