Los testigos señalaron que la joven de 15 años sacó una navaja e hizo un corte en sus muñecas, luego tomó una banca, la colocó al lado de una ventana y se arrojó al vacío. Ante la mirada de maestros y compañeros, esta joven se cortó las venas y se lanzó al vacío; testigos afirman haberla visto triste, nadie daba crédito a lo sucedido, “Mamá a veces deseo no haber nacido, los quiero”, fue el mensaje que dejó Juana Ángela antes de cortarse las venas y arrojarse desde una altura aproximada a los 10 metros.
Previo a cometer el acto, Ángela fue vista por varias personas en el edificio, se le notaba triste; sin embargo, jamás imaginaron que minutos después acabaría con su vida, en el salón de la Universidad del Centro de México, ubicada sobre la Avenida López Mateos y 16 de septiembre, quedó una marca de sangre en la ventana.
Al lugar de los hechos llegaron familiares de la joven. La madre de la víctima le gritaba a su otra hija, que era atendida por paramédicos y policías municipales, que se fuera del lugar, que era un sueño y una pesadilla: “Déjenme, ahorita voy a despertar; estoy soñando, estoy soñando, es una pesadilla”.
La muerte de Ángela se convirtió en el suicidio número 100 en Aguascalientes, la entidad ocupa el primer lugar en este tipo de muertes, en jóvenes de 15 a 29 años de edad.
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