Por Osharu.
Mientras que el jolgorio, a raíz de la celebración de la tradicional Feria de San Marcos en Aguascalientes, prometía los cumplimientos efectivos en la prestación de los servicios públicos a cargo del MuniAgs, no sólo en la territorialidad del identificado perímetro ferial, si no, de manera normal, en los distintos fraccionamientos, colonias, comunidades que comprenden el municipio capital, es ahora motivo de reflexión, toda vez que, si recorremos algunas calles hasta céntricas, por no decir que las de la periferia, las cuales, también padecen de lo mismo, claro, una sobresaturación de residuos, por no llamarlo ineptitud en la recolección de la basura o sencillamente una irresponsabilidad en el quehacer gubernamental, a pesar de que se afirme todo lo contrario, esas son evidencias ciertas que dan pie a lo ya narrado.
Sobre éste particular, bien pudiéramos agregar las otras fallidas respuestas en torno al alumbrado público, puesto que ni en la cercanía de esa verbena, se evitan escenarios de oscuridad como los ya publicados en días pasados, aunado a los de Quinta Avenida, Ayuntamiento, Ignacio T. Chávez por citar únicamente algunos de los tantos existentes, sin que las nuevas autoridades tengan a bien resolverlas.
En definitiva, esa serie de contradicciones entre lo afirmado en inversiones millonarias empleadas para tales rubros, contra lo reflejado y observado de la realidad, son motivos suficientes para destacar lo demagógico de la forma en la que abordan esas cuestiones desde el enfoque en el gobierno municipal, es decir, para los ciudadanos, el hecho donde no se cumpla con las obligaciones correspondientes, no sólo les genera aspectos insalubres o de riesgos de inseguridad, además se cuestionan, pasan y pasan funcionarios en el gabinete, sin que sean cubiertas sus demandas, dejando de lado sus compromisos y deberes, para los que fueran nombrados por consiguiente.
A final de cuentas como es ya una costumbre, las voces de expresión de la ciudadanía, suelen transformarse en olvidos, ignorancias, desentendimientos o utopías, sin respuestas favorables, en miras de la construcción de un mejor entorno y ciudad a la que pertenecemos, o bien, a la que comúnmente nos visitan de diferentes partes del mundo, recordando el distintivo que caracterizaba a Aguascalientes, siendo la limpieza entre tanto, pero que desafortunadamente se mofan con los pagados premios de Escobas de Platino a los que son “merecedores”, sin lugar a dudas, el juicio de la razón lo tiene la población y turistas, quiénes aprecian las deficiencias, sin que sean justificadas por nada, o sea, lo que se ve, no tiene porque dudarse, ni evadirse mucho menos, ocultarse o ignorarse así de fácil.
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