Por Osharu.
Considerando los ancestros del anteriormente llamado Barrio de Triana, ahora del Encino, es importante dilucidar acerca de las hipótesis correspondientes a la aparición del venerado Cristo negro en la capilla respectiva, por lo que, destacamos una de ellas que versa sobre la quema de un tronco, o la otra a consecuencia de un rayo, más sin embargo, encontramos que “el único dato conocido y documentado al respecto es la portada de un protocolo del escribano público de la villa de Aguascalientes, que afirma que el día trece de octubre de 1744 se apareció “la milagrosa imagen” del Señor del Encino en la hacienda de Bocas de Ortega, que fue además un presidio para dar auxilio a aquellos que transitaban por los solitarios caminos del norte de la Nueva Galicia.
Y mirando más allá, nos encontramos que el Cristo no está hecho de madera de encina, sino de mezquite, y nos parece un tanto singular que el barrio de Triana, único en el mundo después del barrio de Triana de Sevilla, en España, haya sido llamado después barrio del Encino por un error al identificar la madera de la figura que le protege.
Y es que el barrio de Triana, o del Encino, realmente ha sido bien guardado y ha sobrevivido durante más de seiscientos años, desde aquel remoto 1565 en que la Real Audiencia de la ciudad de México concedió unos terrenos al andaluz Hernán González Berrocal, cercanos a lo que una década más tarde sería la villa de Aguascalientes”.
De lo antes descrito, destacamos algunas sorpresas, errores y fechas, por tanto, encuadrando éste artículo, en esa tesitura, deducimos en la actualidad, acto seguido a lo ya publicado, el hecho donde se cuelga el MuniAgs la obra cuyo fin, fue restaurar la explanada y pasillos del anteriormente denominado “Jardín de la Paz”, situación que convierte en iracundos esos logros, toda vez que, a no muchos metros, o dentro del mismo sector, encontramos baches, banquetas en mal estado, contenedores en pésimas condiciones y sin atención pronta y oportuna, tal y como se demuestra en las fotografías apenas tomadas el día de ayer viernes, tras realizar un paseo por el lugar, motivo de lamentación y queja, no de nuestra parte, si no, de algunos vecinos que sin dejar de reconocer que quedó bonito, expresaron para ELA, era más urgente darnos atención a las necesidades que tenemos, como las demostradas, en tantas calles de éste legendario y próspero barrio, en lugar de invertirse millonadas para robustecer únicamente ese jardín, mismo que si revisamos bien, no tenía tantas complicaciones ni se encontraba en pésimas condiciones, muy probablemente, únicamente requería una manita de gato y no reconstruirlo como se hizo, hay se quedan pues, esos saldos desatendidos, aunado al clima de inseguridad que se vive a diario, sin que se frene siquiera, refrendaron.
Es así como en el escenario aludido, a pesar de contrariadas opiniones, invariablemente sale el prietito del arroz y desmerece el lucimiento del programa alusivo al rescate de barrios como fue en ésta ocasión, por lo que, en todo caso, debía ser, cumplimiento de la zona de templos o algo así, mejor para no hacer tan extensiva la deferencia ¿verdad?.
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