Por Osharu.
A pesar de la algarabía que provoca entre un grupo importante de la población las fiestas patronales en honor a la Virgen de la Asunción, es necesario además, considerar el engorro que ocasiona el desvío del tránsito vehicular o bien, el cierre de avenidas, sobre todo en el primer cuadro de la ciudad, más aún, si observamos la ubicación de consultorios, farmacias, hospitales o de plano, la residencia de aquellos vecinos, los cuales, sencillamente se les impide trasladarse a sus domicilios como ocurriera durante estos dos últimos días, tras las Romerías de unidades de transporte y la del día de ayer.
Lo anterior, motivado en diferentes inquietudes por parte de ciudadanos, mismos que se cuestionan ¿porqué se coartan mis derechos y libertades? es decir, deducen, se tiene una vulnerabilidad de actuación por parte de las autoridades municipales principalmente, dado que, no conforme con ello, se le permite a personal del clero, los cobros en vía pública por colocación de sillas, contrario a lo que ocurre con algunos franeleros en sitios comerciales, a quiénes sencillamente se les reprende e incluso, a comerciantes que se les retiran confiscándoles sus mercancías.
Conscientes de las creencias religiosas que posee la mayoría de los ciudadanos, añadimos entonces, esa serie de imposiciones enmarcadas en éste quincenario son motivo de reflexión, puesto que no en su totalidad se complacen con lo sucedido, menos aún, si toman en cuenta los antecedentes históricos que datan desde la época del Presidente Benito Juárez, consistentes en la contraposición de los abusos religiosos, o sea, recordaremos citas del ilustre reformador para dar pie a explicar las disyuntivas, tal es el caso principalmente sobre la afamada Ley Juárez, cuyo nombre real es Ley de Administración de Justicia y orgánica de los Tribunales de la Nación, de Distrito y de Territorios del 23 de noviembre de 1855. Esta ley coarta el fuero y los derechos especiales del ejército y de los eclesiásticos, por ende, se obliga revisar forzosamente la supeditación gubernamental que se tiene para con los religiosos, es más, en afán de ejemplos varios, surge la duda ¿autorizarán el cierre de una calle para una convivencia entre cholos de tal o cual barrio? ¿restaurarán y mejorarán sus viviendas? dicho sea de paso, eso sucede también con los templos, situación por demás controversial ante los ojos múltiples de la sociedad.
En ese sentido, vale la pena asumir los roles de cada una de las partes, para lo cual, volteamos los ojos al pasado y enunciamos respetuosamente lo siguiente: “Para entender por qué Benito Juárez impulsa este proyecto de ley es necesario comprender su relación con la iglesia a lo largo de su vida. Esta relación se inicia una vez que huye de su tierra natal para llegar a la ciudad de Oaxaca, bajo el deseo de educarse. Ahí conoció a Antonio Salanueva, sacerdote franciscano español, quien lo adoptó como aprendiz de encuadernador, además de darle educación. Como el trato en las escuelas hacia los niños de ascendencia indígena era discriminatorio, decide salirse e ingresar al Seminario de Santa Cruz; llegado el momento de continuar sus estudios teológicos necesarios para ser consagrado cura, abandona el Seminario para estudiar leyes, debido a su disgusto y poco interés hacia la teología y las cuestiones clericales.
Posteriormente, decide ingresar al Instituto de Ciencias y Artes de Oaxaca en la carrera de Derecho donde conoce a algunos masones. Este hecho es el parteaguas para que, tiempo después, se introduzca a la masonería. Para aquella época las relaciones entre la iglesia católica y la masonería eran negativas, ya que ambas se atacaban y criticaban. Es entonces que Juárez, conocedor del derecho canónico y del derecho civil, influenciado y siendo miembro de la masonería comienza a tomar una postura de liberal radical o puro en contra de los privilegios eclesiásticos.” he aquí pues, una de las tantas razones que explican fundamentalmente el malestar de cierto sector de la sociedad, dejando en entredicho, las formas tradicionales y ordinarias que caracterizan a los gobernantes con tintes conservadores consecuentemente.
Leave a Reply