Por Osharu.
A pesar de que se tenga la referencia del lavado de la balaustrada del Jardín de San Marcos, durante el trienio municipal del 2018 al 2010, situación que dio pie a realizarse sin impedimento alguno de las autoridades, no se diga, del INAH, quién después por caprichos, trataron de excusarse en una serie de argumentos falaces y fuera de orden, privilegiándose un “moche” y finalmente no volver a ejecutar la obra tan necesaria, nos e diga, que está por dar inicio la verbena más tradicional como lo es la Feria Nacional de San Marcos, la cual, en la observancia de los preparativos, se avizoran desmanes de toda índole, no se diga, en el acondicionamiento del edificio que ocupa el Casino, donde se contamina y se daña la cantera de los muros, dejando una ola de tierra tan fastidiosa para los transeúntes y vecinos del lugar, aspectos de mala gana y sin rubor alguno, es más, en otras palabras, se pasan por el arco del triunfo las disposiciones reglamentarias de la dependencia que busca en apariencia, salva guardar los monumentos históricos como el que nos ocupa.
De lo anteriormente reflejado, se tendrá que valorar el criterio con el que se conducen tanto infractores, como solapadores, pues mientras que alguien trate de adecuar algo en sus fincas, o bien, de limpiarlas, sencillamente se enfrentan contra la burocracia y negativa en lo absoluto por parte del Instituto de Antropología e Historia o en su defecto, de la Secretaría de Desarrollo Urbano Municipal en Aguascalientes, quién como vemos, también atienden asuntos basados en el dicho popular “según el sapo….es la pedrada” así se dan las autorizaciones, omisiones, negativas, de acuerdo a ciertos intereses de plano.
Lo único que podemos destacar además de, es que sin planeación, se actúa todo en pro de gastar presupuestos y realizar obras sin yon ni son, descuidando aspectos elementales que pueden ahorrarse inclusive, es más, se harían con menos recursos y mejor, pero todo sea por justificar cantidades de presupuestos ¿verdad?.
Inevitablemente como es costumbre, se ejercen sin dar cuentas a la ciudadanía, bueno, se aparenta y se cuadran cantidades, si no, cuestionemos a los diputados y lo sabremos, más sin embargo, al final todo queda en cuentas cuadradas y aprobadas sin distingo, dejando una estela de dudas sin aclararse, como normalmente sucede y que difícilmente se cambiará, pero existe aún esa esperanza social de que ocurra.
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