Por Osharu.
Las actitudes soberbias, despóticas y llenas de caprichos mercenarios, que mostrara el que se hizo llamar hasta el año 2022, Secretario General del SUTEMA, claro, hablamos del corrupto Federico Domínguez Ibarra, son ahora simplemente, parte característica del negro proceder que mantuvo al frente de ésta organización sindical que “se supone”, representa los derechos e intereses de los trabajadores burócratas, tanto de Gobierno del Estado de Aguascalientes, así como de los diferentes municipios entre ellos, el de la capital, o sea, finalmente y doblando el cuerno, aventó la toalla en el cargo que ilegalmente ocupó durante muchos años, dejando en evidencia de ante mano, el temor que le generó la exigencia por parte de funcionarios públicos, sobre la rendición de cuentas respecto al mal manejo administrativo, financiero y laboral que encabezó.
Sin lugar a dudas, tras la renuncia presentada por Domínguez Ibarra, se cumple ahora la faceta del eco que tuvieron todas y cada una de las demandas que le formularan en diversas ocasiones, mismas en las que, sencillamente se resume con el deseo de justicia, que permite ponerle un alto a sus tantas corruptelas, mediante su destitución que a final de cuentas se logró, teniendo el beneplácito absoluto todos aquellos a los que humilló, despidió, burló e ignoró, así las cosas entonces, como dice el dicho “no hay mal que dure cien años….ni tonto que los aguante”.
Considerando el objetivo de esa lucha tan marcada que se dio desde hace algunos años, en miras de lograr cumplir con la legalidad y evitar la serie de excesos en los que está involucrado, es necesario puntualizar algunos temas, generando múltiples cuestionamientos, no sólo al interior del Sindicato Único de Trabajadores del Estado y los Municipios de Aguascalientes, si no, en las demás instancias que interactúan con la vida de ésta organización, es decir, salta a la luz pública las diferentes quejas en su contra, poniendo en ello, la condición de si se vulnerará los ordenamientos legales, de ser así, se pondría en evidencia, la razón del encubrimiento como lo tuvo desde el sexenio pasado, ocasión que dejará sin credibilidad por ejemplo, a la Fiscalía General del Estado, al Órgano Superior de Fiscalización, Junta Local de Arbitraje, incluso, a la Secretaría General de Gobierno, digo, si fueron señalados y demostrados los sucesos de las faltas que cometió sin rubor alguno, éste también ex Regidor del PRI, pues la moneda está en el aire, así como el origen del incremento patrimonial injustificado, del que se pone en tela de juicio particularmente.
Por último, dándoles muestra de ejemplo con esa renuncia, se avizora por consiguiente, la falta de poder del que tanto pregonó, generando por tanto, quizá la incorporación a sus centros de trabajo de todos los servidores públicos incondicionales, los cuales, formaron parte de la ilegalidad en la que se mantuvo como dirigente, ni hablar, los gritos, amenazas y la forma tan vil como actuó y empleó, quedarán especialmente en la página de la historia SUTEMA, enmarcados en el capítulo de la dinámica correspondiente “del mareo por el poder”, lo único válido en estos menesteres, es la esperanza de los empleados acerca de la reconstrucción del gremio de los burócratas, tarea de compromiso del que tumbó a Fede rico, el gentil Jesús Torres Luévano que asume válida y merecidamente las riendas del sindicato en cuestión, a quién le compartimos los buenos deseos de éxito, que le realizan los antes inconformes empleados tanto estatales como municipales, a lo que, sumamos la felicitación de éste medio, por escribir con letras mayúsculas esa perseverancia y anhelo del mejoramiento en la representación sindicalista, traducida en el nuevo encargo que tendrá , sabedores del gran equipo que lo acompañará en la toma de decisiones, acorde a las exigencias y deseos de la clase trabajadora.
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