Por Oscar Manzano.
En repetidas ocasiones, hemos sido testigos de la presencia de múltiples sucesos que marcan sin lugar a dudas, las deficiencias que se tienen dentro del quehacer gubernamental en el MuniAgs, por lo que, es importante revisar además, esas “Alcaldadas” que son de ocurrencia, generando irrestrictamente, un malestar latente ante los ojos de los ciudadanos.
Sobre el asunto en cuestión, bastaría una vez más describir las duplicidades en las obras públicas, o bien, resaltar el empleo de inversiones millonarias que emanan del erario público, y que se utilizan para lo mismo, en la mayoría de los casos.
Considerando tales ejercicios que provocan un amplio y serio juicio social, es menester citar además, los excesos aplicados para la decoración correspondiente, “aparentemente” para el cuidado de la estética urbana, o sea, lo concerniente a los detalles que en ciertos casos, sencillamente se transforman en gastos innecesarios o de forma repetida sin razón de ser.
En ese sentido, es oportuno comentarlo, esos programas enmarcados en el ámbito de las ocurrencias municipales, simplemente son aspectos que sirven únicamente para la fotografía protagónica gubernamental, basta y sobra, apreciar lo que en la actualidad se tiene, derivado de una ausencia de continuidad o de plano, la disfuncionalidad que ellas simbolizan, a tal grado de ser ignoradas como el ejemplo, del pasto en rollo sintético, que pusiera durante su administración el también panista, ahora ex Alcalde del Municipio de Aguascalientes, Juan Antonio Martín Del Campo (Bis), por distintos sectores del territorio del municipio capital.
Actualmente todos esos escenarios, se convierten en focos de corrección y/o eliminación, situación por demás preocupante y de disgusto entre la población, más aún, si se considera, que todas y cada una de esas ideas, se diseñan y realizan con recursos públicos.
De lo anterior, sumamos a todos esos errores, las también colocadas barras para estacionamiento de bicicletas, por parte de la Presidente Municipal “priista”, Lorena Martínez Rodríguez, luego de que, en algunos de los testimonios, son inoperantes y estorbosas para el tránsito peatonal, o en su defecto, son riesgosas para que sean robadas sus unidades de transporte, inclusive, se carecen de los elementos, que tentativamente dicho, serían para apoyar en la compostura de las bicis, aunque a decir verdad, como suele suceder, la culpa se la endilgan al ciudadano irresponsable y “vándalo”, sin embargo, si eso fuera, deja de manifiesto el clima de inseguridad que se posee, exhibiendo seriamente aquellos incumplimientos en la materia.
Mientras recorremos ciertas zonas, desde el propio centro de la ciudad, se localizan muy comúnmente todos y cada uno de los aspectos denunciados y mostrados, experiencia por demás bochornosa y lamentable, no se diga, si se repiten esas leyendas de “Ciudad ordenada, segura, sustentable” etc etc etc; ni hablar, estos son sólo unas cuanta evidencias de todas las demás, teniéndose la enorme responsabilidad de sancionar a los irresponsables funcionarios, quienes dejaron a la deriva y con mala calidad de los materiales, todas esas ideas novedosas e improvisadas que se tradujeron en obras públicas, o de plano, exigirse la restitución de la cantidad de recursos autorizados, en miras a subsanar otras tantas demandas más urgentes y/o necesarias que pide la ciudadanía.
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