Por Osharu.
Atendiendo a las diversas inquietudes que compartieron para éste medio algunos ciudadanos, en relación a lo ocurrido en plena Plaza de Armas, lugar donde se celebró la entrega oficial de unidades vehiculares hacia personal de la Secretaría de Seguridad Pública, son pues, motivo suficiente de consideración, ya que, mientras que día a día se tienen escenarios delincuenciales por diversas zonas, es importante resaltar lo siguiente; en primer término, es bochornoso observar la violación a la ley, en cuanto al impedimento de arribo de vehículos a ese sitio que está contemplado como peatonal, es decir, sin necesidad alguna, realizan éste acto, a pesar de las molestias o riesgos que sufren personas transeúntes incluidas las que tienen capacidades diferentes, tal y como se demuestra en las fotografías publicadas, aunado a que, se desplegaron decenas de elementos, los cuales en definitiva, hacen tanta falta en la vigilancia de colonias, fraccionamientos y/o comunidades, por ende, se convierte en un evento exclusivo para la toma de foto únicamente, de acuerdo al juicio social de la población.
Añadimos otro razonamiento consistente en el estado que guardan las patrullas, derivado como ya se dijo, de la falta de pericia policiaca o en su defecto, la irresponsable actitud con las que las conducen, generándose el repudio y malestar entre la población a raíz de que son por consecuencia, insuficientes para atender la problemática que se vive en torno a la inseguridad pública en Aguascalientes.
De antemano es necesario decirlo, muy a pesar de las bondadosas cifras gubernamentales que manejan en ese rubro, éstas se contrastan con la realidad existente, bastaría y sobrara cuestionar a los integrantes de tantas familias que han sufrido una mala experiencia sobre robos, ya sea en su patrimonio y/o persona.
Respecto a lo que tanto se ventila de esa temática, además se hace imprescindible mencionarlo, en la mayoría de los casos, curiosamente ni siquiera son capturados los actores responsables, es más, según otras experiencias, más tardan en detenerlos, que en que anden paseándose sin temor alguno por doquier esos delincuentes, generando sospechas y crítica a la falta de coordinación policiaca.
En ese sentido, se hace latente mirar la irresponsable acción de delegar responsabilidades, o mejor dicho, se avientan la pelotita unos a otros, olvidándose del interés supremo que debe ser la protección a la población, sin que eso se cumpla a plenitud.
Por último, habría que preguntarse ¿con la compra de más vehículos, armas y equipos para los cuerpos policiacos, se erradica completamente la delincuencia que aqueja a la sociedad? en base a expresiones ciudadanas, simplemente esa respuesta es negativa, dado que, el principal y mayor reto es el combate a la corrupción al interior de las corporaciones.
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