Por Osharu.
Lamentando que a la mujer se le valorice solo con en el término referente al de virginidad, tan así es, que de acuerdo a la experiencia de la orden de cancelación del mural que se hiciera a petición de la autoridad municipal en el Municipio de Encarnación de Díaz Jalisco, en el cual, se mostraba un desnudo de la mujer, ocasión que ofendió a la incultura del clero en esos menesteres.
El mural cubierto con pintura vinílica, por orden del que fuera Alcalde Fermín González en atención a la voz discordante, de su amigo el Obispo de la Diócesis José María De la Torre con quién viajo con recursos públicos municipales al Vaticano, tal cual, se pagara la realización de esa obra artística del mural con recursos municipales, aprobado por el Cabildo de ese municipio, es decir, primero lo mandaron hacer y luego lo mandaron tapar, aunque a decir verdad, existe la posibilidad de rescatarlo, a pesar de que se utilizó en su creación, una técnica muy antigua de nombre Al encausto que consiste en el empleo de cera técnica, así lo compartió para El Látigo, el artista Francisco de Jesús Pérez Hernández.
La ginecofobia de los tres monoteísmos del desierto islam, cristianismo, consideran a la mujer como útil sólo para dar a luz, deriva una herencia cultural religiosa según un sondeo, de que la población mayor de los 40 años abona a la prohibición, incluso más que el propio clero, de manera contraria, los menores de 35 están distanciados de esa herencia, es más, 82 de cada 100 mujeres se caracterizan por no coincidir en esa costumbre tan aberrante y cerrada.
Ante esa condición, es preciso comentar que sí fue un abuso pero no castigable, solo se dio de forma y no de fondo, aún con ello, es lamentable retroceder en los paradigmas históricos, pues si los toman en cuneta recordarían que derivado de la conquista social del movimiento independencia y la promulgación de las Leyes de Reforma, instauradas por Don Benito Juárez García, donde hacían obligado la separación de Iglesia/ Estado, ahora simplemente se les olvida.
Es un tema muy fuerte el analizar el servicio social religioso, donde el obispo no debe opinar a las formas de expresión de la sensibilidad estética, ni mucho menos, en los procesos electorales, esto a raíz de que El Látigo le cuestionara su postura, en torno a la posible sanción de la Secretaría de Gobernación que le impondría al obispo, tras haberse involucrado en la elección pasada en el país y particularmente en Aguascalientes, así se manifestó el pintor.
Agregó, llama la atención el paradigma religioso con el político, no debe haber necesidad de esas mañas, si los Partidos Políticos son considerados como agencias de colocación laboral, teniendo la razón de ser rebasados por la historia aseveró Francisco Pérez.
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