Por Osharu.
En definitiva, las observaciones ciudadanas compartidas a El Látigo Digital acerca de lo que acontece en materia gubernamental en Aguascalientes, son motivo suficiente para detenernos a revisar lo aplicado a lo largo de los años en el tema del transporte público, ahora, enmarcado en el esquema denominado “Movilidad”, es decir, tomando en cuenta experiencias de algunas municipalidades del interior del Estado, así como del de la capital; son muestras fieles de los aberrantes abusos que se dan en la toma de decisiones, toda vez que, sin lugar a dudas, el trasfondo de ello, se convierte en un escenario mercenario propicio para lucrar, simplemente.
A lo anterior, es necesario añadir algo de lo encontrado, planteando entonces los objetivos esenciales, de ahí, asumimos como un reto central, la satisfacción correspondiente a las necesidades poblacionales, por ende, se enumeran algunas de las demandas entre ellas, cobertura, recorridos puntuales y calidad en el servicio de transporte público, aunado a la mejora en torno a los acondicionamientos de infraestructura que se tienen, a través de las paradas de los camiones.
Sobre el particular, bastaría recorrer algunos tantos sitios como los aquí demostrados, para dar testimonio del interés real gubernamental, basado en primer término, en autorizar la colocación de paraderos por doquier, sin obedecer siquiera, a una eficiente planeación, fundamentalmente en la comercialización de espacios publicitarios, utilizados incluso, para aquellas infladas campañas de marketing que se dan en tiempos electorales, o durante la promoción de acciones aparentes, alusivas al gobierno en cuestión.
Retomando el asunto de las demandas sociales, se advierten ignoradas cada una de ellas, puesto que, si analizamos tan sólo éste ejemplo publicado, evidenciamos lo siguiente: en paradas actualmente reconocidas como oficiales, no gozan de esos elementos pomposos de paraderos, es más, ni con el ambicioso programa YOVOY, mejor esos, los colocan en lugares inadecuados como se ha dicho con antelación, o en su defecto también, dejan el cascarón sin asientos como lo encontrado en Jesús María y Aguascalientes, obligando como tradicionalmente se acostumbra, a mantener de pie a los usuarios de ese servicio, a lo largo de largas jornadas de tiempo, a raíz de la demora o nulo recorrido de los camiones urbaneros, incluyendo hasta los recién ingresados con placas de vehículos particulares.
De ante mano, suelen ser estos detalles descritos, un foco de denuncia popular, la cual, habría que trasladarla a los integrantes de los Cabildos recién conformados o de plano, a nuestros legisladores locales, que se jactan en abonar con su trabajo legislativo, para el objetivo del cumplimiento a las normatividades correspondientes, la mejora sustancial de ese servicio que se ofrece al Pueblo; qué decir de la Transparencia y Rendición de Cuentas, en virtud de concebirse la sospechosa intervención gubernamental para establecer sin impedimento alguno, esa serie de medidas que arrojan cantidades considerables de recursos, sin traer consigo, ni los mantenimientos de los ya existentes, mucho menos, la respuesta favorable a los requerimientos entre la ciudadanía, así las cosas por tanto.
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