Un juego inexistente

Un juego inexistente
Un juego inexistente

El Matra sonó, nos habían dado las coordenadas para una escena de crimen que había interrumpido la conversación con mi pareja, yo aún tenía encima la sensación de tristeza por haberle dicho que durmiera bien por ambos.

Le había deseado un sueño reparador, un sueño que pudiera darle calma y hacer más digerible la angustia de saber que ando en las calles, lidiando con el infierno y sin la certeza de saber si regresaría a casa.

Los suministros estaban listos, nos subimos a las camionetas y el trayecto lo realizamos en 9 minutos, nos tocó poco trafico y una porción de la ciudadanía consciente de lo que representan los estrobos encendidos, nos cedían el paso.

Arribamos a la escena, estaba resguardada por policía municipal, ellos se habían encargado de delimitar con cinta amarilla a cincuenta metros, como dicta el protocolo de resguardo, habían atado un extremo a la defensa de una de sus unidades y a un árbol, en el otro lado de la escena.

Habían delimitado colocando dos unidades que pudieran impedir el acceso de curiosos y de la prensa, una de los puntos claves del protocolo, es preservar la identidad y dignidad de la víctima, nosotros colocamos la cinta roja, había víctimas mortales en la escena y esa es la señal.

En este caso eran seis, seis jóvenes que rondaban los 17 años, habían quedado en una cancha de fútbol rápido, alguien desde las gradas les disparo con un arma calibre .223.

Todos estaban del lado de una de las porterías, intentaron protegerse al escuchar, según versiones de testigos, cómo alguien les gritaba que “iban a valer madre, por no afiliarse a un cartel”. En vano intentaron refugiarse.

Dos de ellos eran hermanos, el mayor intento proteger con su cuerpo al menor, siete disparos rodeaban su espalda y uno certero en la vena aorta, su hermano menor tenía tres disparos en la extremidad cefálica, mortales por naturaleza, no tuvo oportunidad de esperar a los paramédicos.

Los otros cuatro jóvenes que fueron acribillados de manera cobarde y por la espalda recibieron, entre todos, 68 disparos al hacer una suma de todas las heridas recibidas, era imposible que alguno saliera con vida de ese acto de confianza. Esa noche no tocaba juego, era un día que no estaba contemplado para ocupar la cancha.

Uno de ellos había convocado a una parte del equipo para un juego inexistente, un juego que estaba rodeado de premura y extrañeza, pero confiaban en él, era un juego que no apareció en los roles deportivos, no todos los jugadores asistieron, algunos no pudieron asistir por sus obligaciones normales y otros, simplemente no fueron convocados.

Logramos procesar 122 proyectiles, impactados tanto en los muros, como en el piso de la cancha, en las gradas donde el tirador fue ubicado por los testigos, logramos recolectar 200 casquillos percutidos, una colilla de cigarro y una lata vacía de una bebida energética.

La prensa insistente en acceder a la escena, debió ser retirada por la fuerza pública, antes que la libertad de prensa están los derechos humanos de las víctimas y los ofendidos.

Había que procesar de manera rápida y correcta, realizar con esmero las cadenas de custodia para evitar se pierda evidencia, permitir que los camilleros recogieran los cuerpos para trasladarlos al Servicio Médico Forense de la ciudad de las bajas pasiones, el cual cada vez está más saturado.

En algunas ocasiones, el mismo crimen organizado les impide reconocer a su familiar, con la amenaza de asesinar a otro miembro de la familia.

Terminamos de procesar, recogemos la cinta amarilla y la roja, no podemos dejar trofeos que hagan la apología al crimen.

Suena nuevamente el Matra, la chica de la radiofrecuencia me pide que cuelgue mi teléfono personal, pues sonaba ocupado y necesitaban pasarme unos datos sobre la escena que estábamos terminando de cubrir.

Ahí me di cuenta que nunca colgué la llamada a mi pareja, escuchó todo y ahora menos podría dormir, su noche iba a ser mas larga que la mía.

La mente puede crear los escenarios mas terroríficos al desconocer de manera puntual una situación.

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