Retrato de un Político.

Retrato de un Político.
Retrato de un Político.
Profesor Elpidio García Larios.
Enunciar una serie de citas e ideas que se encuentran en el libro “Fouché el genio tenebroso” para tratar de dar un perfil del:
• Nunca se compromete con nadie ni con algo, menos con dios.
• Para él la posibilidad de cambiar de grupo siempre existe.
• Domina el arte de callar y ocultarse; es maestro en observar y conocer a las personas.
• Siempre oculta su vida privada y sus sentimientos personales.
• En su cara no es posible descubir ninguna emoción; por disciplina siempre se controla.
• Psicológicamente pertenece al grupo de los flemáticos, no conoce pasiones fuertes ni se deja arrastrar por las mujeres o el juego.
• Visiblemente nunca se enoja, en sus labios sólo aparece una leve y cortés sonrisa.
• Es un auténtico avaro y gran administrador, tiene una gran resistencia en contra de la fastuosidad, el lujo y el despilfarro.
• Si ayuda a otro al ascenso de su carrera, también espera el momento decisivo para traicionarlo y derribarlo cobardemente. Es la sombra gris que se arrastra detrás de la luz.
• Como buen orador, sabe que la política domina al mundo y las promesas y halagos a los electores. Su maestría no es el discurso, sino la de esconderse detrás de otro.
• Sólo le es fiel al partido más fuerte, al de las mayorías que siempre será el suyo, su gran temor es el de no acertar  y quedar fuera de él. Calcula su voto que oscila continuamente hacia donde se inclina la balanza de las mayorías; para él es un placer organizar y movilizar multitudes.
• Cambia osadamente al campo contrario, su lucha es la fuga de sus principios en pos del vencedor por eso llega a presentarse como verdugo o como salvador.
• Le basta con tener influencia, mandar sobre quien tiene la apariencia de mando sin exponerse; sólo le importa estar con el vencedor, jamás con el vencido. Es un oportunista.
• Mientras dura la lucha, no está con nadie, pero siempre está al final con el vencedor.
• Su pasión es la de engañar y burlarse de todos y en todas las direcciones ostentando una ingratitud del amoral perfecto. El desprecio a la humanidad es su palanca para dominar las crisis.
• Se compromete sólo cuando sus declaraciones están fuera de peligro, es un diplomático porque siempre elude las situaciones comprometedoras.
• Está atento a los de arriba a quien sirve y trata sin miramientos a los de abajo, le agrada y le complace la sonrisa de los subordinados.
• Conoce el poder del dinero, por eso lo acumula; también conoce el poder de la información y se rodea de un gran grupo de espías y lambiscones.
• Conoce el favor de los poderosos y la desesperación de la soledad, es estimado y odiado, celebrado y despreciado.
• Conoce la falta imperdonable en la política de llegar tarde.
• Siempre permanece en su sitio, en todos los cargos y bajo todos los ideales; quisiera cumplir grandes misiones y se conforma con realizar pequeñas empresas; al nudo más enredado, sabrá desenredarlo. No hace uso de la tribuna, prefiere ser elegido en las comisiones donde se gana influencia.
• Anhela la mayor cantidad de poder pero se conforma con la conciencia de su posición por eso, se parapeta detrás de una figura principal, empujándola hacia delante para traicionarla a la primera oportunidad. Su amor propio es grande, es ambicioso sin vanidad por lo que no llega al ansia de gloria, cede a otros el brillo y la dicha dudosa de la popularidad.
• Espera a que se inutilicen y desgasten los demás, a que se destrocen los apasionados; se agazapa taimada e intencionalmente en la sombra, sólo decide cuando vislumbra la batalla ganada tirando de todos los hilos y eludiendo la responsabilidad.
• Conoce a la gente, sabe de su cobardía, ha comprobado que un gesto feroz y un ademán de terror ahorran casi siempre el terror mismo; está consciente que nada rebaja tanto al hombre y particularmente a las masas como el miedo a lo invisible. Respeta la vida de los demás mientras no peligre la suya.
• Intuitivamente conoce el destino trágico de los caudillos que sin tener sed de sangre se ven obligados en ocasiones a derramarla.
Napoleón, preso en Santa Elena dijo: “Sólo un traidor verdadero, perfecto, he conocido: Fouché”.
El escritor Enrique Heine al referirse a José Fouché exclamó: “El hombre bien conocido como falso, que ha llevado su falsedad hasta el punto de publicar, después de muerto Memorias falsas”
Es un gran trabajo leer y realizar algún tipo de análisis de un libro, pero es un gran placer compartirlo con ustedes.
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