Una de las mayores demandas de los ciudadanos, sin lugar a dudas lo representa la exigencia a los gobernantes en materia de Transparencia y Rendición de Cuentas sobre el destino de los recursos públicos, en virtud de que, en apariencia, tal y como se denominan, son de carácter público, lo cual, conlleva a suponer objetivamente hablando, que deben utilizarse en proyectos, programas o políticas que se traduzcan en beneficio de la población, sin embargo, de acuerdo a lo analizado durante el paso del tiempo, simplemente se convierte en un naufragio dicha acción de fiscalización, motivo que da pie para recordar entonces la cita dictada por el ex Presidente de la República Mexicana, Benito Pablo Juárez García “Tengo la persuasión de que la respetabilidad del gobernante le viene de la ley y de un recto proceder y no de trajes ni de aparatos militares propios sólo para los reyes de teatro.” en el afán de puntualizar los logros o retrocesos gubernamentales en dicha materia.
Es necesario e importante asumir lo sucedido en el clima de los gobiernos, pues, más allá de los múltiples señalamientos y asociaciones históricas que dentro del Partido Acción Nacion se le hace al PRI, como símbolo de Corrupción, es insoslayable reconsiderar el momento para discernir algo de esas cuestiones, por tanto, en principio de cuentas, agrego una frase como aquella pronunciada en Aguascalientes por el empresario abarrotero Felipe González González, “dejé los negocios para ir a la política, pero no voy a la política para hacer negocios” así las cosas, del que fuese candidato a gobernador bajo las siglas de ese partido y que lo logró en 1998, generando una amplia expectativa de la ciudadanía, incluso del panismo local hacia esa hipotética pretensión tan anhelada del cambio verdadero en el quehacer público a diferencia de lo que tanto se criticara. Dio el inicio de una nueva etapa política en el Estado, llamada justificativamente en el concepto “alternancia” dejando por cierto, mucho que desear ante la óptica ciudadana, consciente en los desatinos y excesos corruptos en los que se reflejó la responsabilidad de esa administración estatal, a cargo de personajes albicelestes.
Retomando tales premisas, deduzco en el marco de esa leyenda popular “al PAN pan y al Vino vino”, algunos elementos contradictorios que se manifestaron a través de acciones, traducidas en corruptelas, que particularmente pasaron a ser una estadística más para los archivos, en el seno del cobijo impune.
En ese sentido, recapitulo, la esencia de “no ir a la política para hacer negocios”, es por consiguiente una mera ficción, dado que, si observamos las diversas denuncias públicas que comúnmente evidencian la serie de irregularidades realizadas en gobiernos tanto priistas como panistas, encontramos en la impunidad el peor de los remedios, muy a pesar de que se jacten los actores políticos en afirmar avances en el tema del combate a la corrupción, ni hablar, esas mañas, marranadas, fechorías con las que se conducen los “políticos” son además de ofensivas para la sociedad, muestra del enriquecimiento inexplicable y tan rápido de los que transitan en ese ambiente, mismos que se placean por doquier en absoluta libertad, en contraposición de aquellos que por cometer un sencillo y diminuto robo, se encuentran sentenciados en prisión.
Tal parece que esos delincuentes llamados “de cuello blanco” son la auténtica lacra de una sociedad, pero en la ignominia hacia el Pueblo, se convierten desgraciadamente en sus insistentes representantes y/o gobernantes sin escrúpulos, he ahí, la razón para dar cabida a la interpretación que deriva una conclusión, tanto PRI como PAN, de acuerdo a los hechos suscitados se traduce en el precepto “es la misma gata…pero revolcada” teniendo por sobreentendido, ser ello, una de las causas fundamentales que explican el triunfo de MORENA por conducto de Andrés Manuel López Obrador, no se diga, si una de las tesis del discurso oficial es a todas luces, el combate a la corrupción, experiencia que se torna por demás complicada, al igual que sucedió con tantos y tantos casos de esas corrupciones, mismas que se tildan como herencias acordadas, muy por encima del interés de los ciudadanos, que son los que padecen las carencias, ausencias e ignorancia de sus demandas.
Finalmente, haciendo consciencia en el plano local, acoto, pasa el tiempo y se encubren unos a otros, no olvidemos la época en la cual, se entregó el poder entre panistas, dígase González González a Reynoso Femat, o en su defecto, lo tan cuestionado y advertido que se tuvo, al cederle éste último el poder al priista Calos Lozano De la Torre, quién le abrió paso al actual mandatario de Acción Nacional Martín Orozco Sandoval, en definitiva, esos escenarios se juzgarán con el juicio ciudadano, ya que, de forma legal ya se dijo, les causa risa esos deseos de impartir justicia, o bueno, bondadosamente hablando, se apuesta a la llamada “justicia divina” que a ciencia cierta, no repone en demasía los daños colaterales que se generaron a lo largo del trance de éstas mafias, degradando en lo absoluto, la vida del honroso y ejemplar Aguascalientes, que fuera conocido como la “tierra de la Gente Buena” , es por tanto imprescindible mencionarlo, se han olvidádo por completo de su responsabilidad que les es encomendada, o inclusive, de que actualmente, se encuentra la ola federal ,de la intención del combate a todas las triquiñuelas y de cumplirse, serán objeto de inspección para ser sancionados, de lo contrario, se deja la evidencia de una vil demagogia en esos lares, que traerá consigo la decepción de los electores que tanto añoran justicia y cumplimiento.
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