Por Osharu.
Tal pareciera en éste artículo, como la descripción de una serie de telenovela, sin embargo, daremos cuenta de lo sucedido en el Sindicato Único de Trabajadores del Estado y Municipios de Aguascalientes (SUTEMA) desde diciembre del 2010 hasta la fecha, tiempo donde se visualizan padrinazgos, ilegalidades, corrupciones, impunidad, nepotismos, burlas, entre tantas otras cosas que son inclusive denunciadas a la opinión pública.
Al respecto, citaremos unas precisiones de índole política, con miras a ubicar el origen, curso y término del quehacer sindical, que encabezara el ahora preocupado también ex regidor del PRI y “dizque” secretario general, Federico Domínguez Ibarra, el cual, asumió la titularidad desde diciembre del 2010, aclarando, según el Estatuto correspondiente, su período establecido es de 6 años, motivo suficiente para reflexionar sobre el asunto en cuestión, dado que, estamos en el 2019 y ya lo desconocieron y tomaron sus instalaciones, por parte de trabajadores burócratas.
Sin lugar a dudas, esos 3 años que en apariencia quedan sin dirigencia, son de interés colectivo para reflexionar lo ocurrido durante esa época y sus antecedentes, por ello, basta iniciar comentando, el arribo al cargo del sindicato, lo hizo durante el recién iniciado gobierno del priista Carlos Lozano De la Torre, quién ni siquiera tenía relación alguna ni lo identificaba, es más, mejor figuró dentro del círculo cercano del saliente mandatario Luis Armando Reynoso Femat, bueno, particularmente de la Lic. María de los Angeles Aguilera (China) su madrina y protectora, toda vez que, si recordamos con puntualidad, ésta funcionaría, se encumbró en el trono del poder a través de la Secretaría General de Gobierno, durante el sexenio donde además fuera Jefe de Gabinete su señor padre Lic. Javier Aguilera, por ende, tuvo la posición que le dio la oportunidad para manejar las áreas jurídicas de todas las dependencias en el gabinete estatal, escenario idóneo para armar una estrategia comparsa, con el apestado Domínguez Ibarra, a grado tal, de posicionarlo en 2014 como Regidor del PRI a pesar de ser cabeza del SUTEMA, fungiendo sin recato y de manera ilegal en ambas responsabilidades.
En ese sentido, es preciso comentar lo siguiente, según lo establecido en dicho ordenamiento estatutario, se impide el hecho de reconocer los derechos sindicales, toda vez que, se convierte en empleado de confianza, o bien, si sumamos una experiencia peor aún, como es la de la baja que tuvo en 2013 de la antes Procuraduría General de Justicia, lugar en el que, estuvo dado de alta por gozar con palancas viciadas, generó por consiguiente, desde ese entonces, una burla a la legalidad, complacida por autoridades estatales, dejando en el limbo, todo procedimiento e impartición de justicia, propiamente dicho.
Basta asumir el papel de acopiar los diversos cuestionamientos, denuncias públicas y re considerar el quehacer sindicalista, para indagar más a fondo y deducir todas las irregularidades, aunado a las muestras de excesos que dan pie a descubrir otra serie de corrupciones, premiadas desde luego, con el otorgamiento de una concesión de taxi, sin miramiento ni vergüenza hacia sus agremiados que dejó en el desamparo y abandono, basado en intimidaciones contínuas que les realizaba.
Ni hablar, le llegó la hora, se armaron de valor un nutrido grupo de burócratas y tomaron las intalaciones que ocupa la sede del sindicato, exigiendo el desconocimiento del mal llamado secretario y funcionario, quién se caracterizó por tanta tranza, derivado no sólo con la venta de plazas, destino de las cuotas sindicales, presupuesto asignado por el Congreso del Estado, si no, venta de medicamentos controlados, tal y como se lo descubrieron estos servidores públicos y que tanto repudio le mostraron, al que se ostentaba como representante de los empleados gubernamentales, deseando sea enjuiciado a fondo y sin excepción, no sin antes, asumir el cumplimiento reconocido por autoridad laboral del Tribunal, como lo fue, la Asamblea General Extraordinaria, que eligió a Jesús Torres Luévano como nuevo Secretario General del SUTEMA, reconociéndole sus derechos creados al ser integrante de la plantilla laboral de la SEGUOT, esperando la validez con la emisión de la Toma de Nota respectiva, dejandon así, la demostración de los malos manejos en los que incurrían en esa adscripción del consabido Tribunal Local, puesto que, únicamente buscaron favorecer a los intereses de la amañada estrategia que protegía al sujeto éste, que con desfachatez, mostró una copia simple del documento que lo avalaba hasta el 2022 como titular de éste sindicato que fue tomado, olvidándose que el que señala tendrá que probarlo, de lo contrario, se inmiscuye en una falta más para ser sancionada, así las cosas, en conclusión, el argumento de ser empleado del Hospital Neuropsiquiátrico, según expertos litigantes, no lo habilita con derechos en el SUTEMA, menos aún, si gozan de tener un sindicato interno, ocasión que dista en lo establecido del Estatuto que regula el desarrollo del sindicato de burócratas, o sea, ni su hermana del Fede, que puso ilegalmente como Tesorera ni él, pueden ocupar ninguna responsabilidad en el Comité que ya inclusive fue conformado, es por demás, la ceguera jurídica o el proteccionismo, les causa aceleres soberbios, que coloquialmente se le conocen como “patadas de ahogado” y vaya que sí, están más que ahogados y les obligará responder, aclarar y transparentar, todo aquello de lo que en su persona recayó como representante de éste ente público obligado, sin más ni más, con el fin de darle cumplimiento a lo estipulado en la legislación de la materia, según sea el caso.
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