Por Oscar Manzano.
Tal pareciera que se abordaría el concepto de guerra, tras utilizar ese concepto de artefactos, dado que, en su definición, es una carga explosiva, petardos, granadas, por ende, es importante analizarlos desde una perspectiva que da pie al devenir en la vida democrática en México.
Asociando el asunto de la prohibición o no de la emisión de las formales “Mañaneras” a cargo del Presidente de la República Mexicana, Andrés Manuel López Obrador, es imprescindible también, revisar todos aquellos elementos mercadológicos que vienen a ser parte de esa estrategia que busca reposicionar a tal o cual perfil en los diferentes partido políticos y sus Coaliciones, por consiguiente.
De acuerdo a la experiencia viva de los hechos tradicionales, es inadmisible aceptar, la situación en la que, se invierten recursos públicos para pregonar o promocionar algunos resultados y/o obras gubernamentales, desde el nivel que fuese, contrariándose por completo en el objetivo de la obligación que se exige en el desempeño desde cualquier gobierno.
Ante tal reflexión, ahora saltan las voces inquietas y discordantes, las cuales, satanizan esa afamada “Mañanera” pero sin observar siquiera, la mala costumbre y el diseño de campañas publicitarias que los gobernantes emanados del PRI, PAN, PRD y anexas, comúnmente realizan, ocasión y motivo suficiente para reflexionar, más allá de ello.
Sin buscar justificar ni desvirtuar el asunto de esa prohibición desde el INE a las Conferencias de Prensa, es necesario tomar en cuenta, todos los acontecimientos que se caracterizan durante la contienda electoral, iniciándose desde mucho antes del tiempo de las pre campañas, inclusive, es decir, en el caso de Aguascalientes, la experiencia que se ha dado sobre la aparición de espectaculares alusivos a Informes de actividades, sobretodo, de aquellos legisladores que así lo exhibieron a lo largo y ancho del territorio en la entidad, o bien, la improvisada estrategia de fungir como editorialistas en algunos medios informativos, o de plano, el servir como referentes de los mismos; cualquiera que sea el caso, son actos fuera de serie y hasta lastimosos en el ánimo de la población, no se diga, de los que enfrentan situaciones de desempleo, problemáticas de salud, inseguridad, quiebra de negocios, por mencionar algo de la vasta muestra de escenarios que ordinariamente se perciben, por tanto, ofenden más, el empleo de recursos públicos para aspectos irrelevantes e innecesarios, como el mostrar imágenes apoyadas en auxilio editorialista, es más, en el asunto de la “Mañanera”, sería tan bien urgente, exponer la serie de balances en el quehacer gubernamental, incluidas las quejas y denuncias que se tengan, luego de que eso, validaría la congruencia cierta del respeto a la legalidad, tras el reclamo frecuente de los ciudadanos, quienes ponen en tela de juicio por el momento, la nominación de candidatos en cuyo haber, se encuentran antecedentes non gratos, desde la función de Delegados de Bienestar, por citar ejemplos del juicio social al respecto, en virtud de que, persisten los grandes retos de transparencia y rendición de cuentas, indudablemente.
En síntesis, es ineludible aceptar las grandes esperanzas traducidas en expectativas ciudadanas; mismas que, se crearon tras la debacle de los gobiernos que representaron los intereses del PRIAN fundamentalmente, tema por demás intrigoso, siendo el tema de la Corrupción, el de mayor relevancia, sin que sea ajeno presente además en el proceder del actual gobierno, dados los anuncios de entes responsables en esa dinámica de la Contraloría del destino final de los recursos públicos, o de las exhibidas que se tienen en diversas dependencias, aspecto relevante y trascendental, pues como dice el dicho “el buen Juez…por su casa empieza” así también aplicaría para la misma autoridad electoral que se encarga del despilfarro y derroche presupuestal, o de plano, de la complacencia en actos de ilegalidad al no sancionar actos anticipados de campaña, rebase de topes de campaña, esclarecimiento de la procedencia de recursos, en fin, lo que de manera normal sucede, pero que quedan en el limbo de los expedientes secretos, tras las negociaciones informales-formales que se ejercen, denostando en sí, la consolidación de esa Democracia tan anhelada, peeero, que está distante de la verdad y por ende, queda siempre, en el juicio de la historia, esa tan ataviada y manipulada, cuyo ejercicio se transforma en la compra de votos y desde luego, de conciencias electorales.
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